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01.09.2001















Carta de los senadores del Encuentro
Progresista al ministro Luis Brezzo



Montevideo, 22 de agosto de 2001

Señor Ministro de Defensa Nacional
Don Luis Brezzo
Presente

De nuestra mayor consideración:

I. - En el curso de la sesión del Senado de fecha 15 de agosto próximo pasado, en régimen de Comisión General, el firmante José Korzeniak anunció a usted que algunos hechos y nombres no se daban durante la sesión para evitar polémicas políticas o por otras razones similares, pero que se le harían llegar a usted, en su Ministerio.

Este es el motivo de la presente nota, que cuenta con la conformidad de toda la bancada de senadores del Encuentro Progresista-Frente Amplio, en virtud de que así lo decidió ésta en su reunión del pasado lunes 20, y porque todos sus integrantes comparten, desde luego, el contenido de la misma.

II. - Las informaciones contenidas en esta nota refieren a irregularidades de gravedad que ocurren dentro de su Ministerio. Por relacionarse con el tema que se trató en la Sesión del día 15 de agosto el relato se limitará a puntos vinculados específicamente con la Armada que, además fueron allí comentados o insinuados, con la promesa de complementarlos por esta vía.

La precedente aclaración se hace necesaria porque es bien conocido del señor ministro que --sin perjuicio de la cordial consideración personal que esta Bancada tiene por él-- estima desde hace tiempo que su gestión al frente del Ministerio de Defensa debió haber finiquitado por la ocurrencia de otros hechos que incluso motivaron su interpelación y de los cuales, en nuestro régimen constitucional, el ministro es el responsable político aunque no lo sea materialmente.

En síntesis, formulamos una somera enumeración de irregularidades vinculadas básicamente a:

I) Hechos que no se denuncian con la prontitud necesaria;

II) Desaparición o uso indebido de municiones y armas;

III) La inconveniencia de adjudicar tareas delicadas a personas que carecen de la idoneidad y equilibrio necesarios.

III) Pasemos pues a la enumeración de los hechos: 

1. En la Armada existen cuentas que en la jerga interna son conocidas como "cuentas negras" que consisten en depósitos de dinero no a nombre de la institución sino en cuentas personales de alguno de sus miembros. Sin presumir que se haga un uso ilícito de dichos fondos mencionamos a título de ejemplo que mientras permaneció el C/A Pazos como comandante en jefe existía una cuenta de U$S 3:700.000.- en el banco Credit Lyonnaise, en Francia, operación encargada al agregado naval en dicho país. La documentación fue destruida por orden del citado ex comandante en jefe. Actualmente, y también a título de ejemplo, existe un depósito a nombre de Gustavo Vanzini por U$S 2:000.000.- en un banco en Washington de dinero de la Armada.

Varios cañones con un valor aproximado de U$S 1:000.000.- cada uno, que se encontraban en el Barreminas Valiente, fueron comprados con fondos de una cuenta también de este carácter.

2. - De acuerdo al manual orgánico en vigencia, la Jefatura del Departamento Técnico, la debía ocupar un capitán de corbeta, sin embargo la ocupaba el oficial de reserva Víctor González. La Jefatura del Departamento de Abastecimiento también era ocupada por el mismo oficial de reserva.

En el año 1979 fue adquirido un equipamiento completo de recarga de munición habiéndose constatado que 4 de un total de 18 estaban en poder del señor Honorio Méndez Casariego, de conocida militancia nazi-fascista.

El referido material era utilizado para recarga de munición del Club Uruguayo de Tiro.

Estas maniobras de recargas y venta de munición fueron realizadas con la coparticipación del oficial de reserva Víctor González.

El actual jefe de servicio, capitán Romanelli, solicitó por escrito a la Dirección de Personal la contratación del citado Méndez Casariego argumentando sus excepcionales conocimientos en materia de explosivos.

En ocasión de la preparación del material para la Misión de Paz de la Armada en la República del Congo, el teniente de navío Víctor González retira en su vehículo 1.000 proyectiles de 9 mm, 8.000 calibre 7,62 y 9.000 calibre 30, 7 pistolas calibre 9mm, 4 fusiles M16, 2 sub ametralladoras AK-47, 23 caños de fusil Springfield, repuestos varios de f usiles M1 y 23 bayonetas M1, según consta en la registración realizada por el encargado de depósito marinero Dos Santos. El material es entregado al mencionado Méndez Casariego y al director de Ordenamiento Territorial doctor Leis. También adquirieron parte de este material el señor González Conde, el diputado García Pintos y el señor Lozano de la empresa Deoval (Representante de Armas), misma empresa en que el reservista Víctor González era empleado.

En el año 2000 se constató un faltante de 2.000 proyectiles calibre 7,62, hecho que no fue denunciado.

Por comunicación telefónica el día 9 de julio de 2001, el teniente de navío Gastón Jaunsolo informa al capitán Cuñarro que Honorio Méndez Casariego (ahora reservista naval), estaba ofreciendo munición 7,62 a razón de U$S 150.- los 1.000 proyectiles, perteneciente al lote de munición Sudafricana con estopin Berdram.

Actuó como intermediario un veterinario que contaba con la anuencia del actual subsecretario de esa Secretaría de Estado, doctor Yavaronne.

Al realizarse un inventario general en el Servicio de Armamento el día martes 10 de julio próximo pasado se constató que se habían dado de baja 7.000 proyectiles en el pasado mes de febrero. Esta tarea estuvo a cargo del suboficial Ferré.

Existieron presiones sobre dos civiles ingeniero químico Velásquez y señor Berruti para que dejaran constancia de que esa munición estaba en "mal estado". 

El ingeniero químico informó en tres oportunidades que eso no era cierto.

En enero del presente año aparece en las proximidades de La Paloma una caja de explosivos de origen argentino. Se ordenó su destrucción por parte del entonces comandante en jefe V/A Pazos designándose como encargado de la operación al reservista Víctor González.

Esta persona retiene 4 kilos de explosivo plástico, Trotil y detonadores, parte de los cuales fueron hallados en su ropero luego de su suicidio.

El día 11 de julio se realizó una reunión organizada en el Servicio de Armamento de la Armada, en la que, de acuerdo a informaciones que manejamos, participó el doctor Yavarone y algunas personas aficionadas a las armas. En esa ocasión el mencionado profesional manifestó su disgusto por la persecución ideológica de que era objeto su amigo el teniente de reserva Víctor González.

Ese día y por sugerencia del doctor Yavarone, se designa como oficial investigador de los hechos al capitán de corbeta Busta.

Habiéndose comprobado fehacientemente el faltante de cantidades de armas y munición se nombró juez sumariante al teniente de navío Felicci, quien dispone el arresto a rigor del reservista González. Al día siguiente se hace un arqueo de caja comprobándose el faltante de $ 6.000.- y recibos que estarían en poder del teniente González.

Para realizar el arqueo el capitán Romanelli designó al capitán Cuñarro quien debía llevarlo a cabo conjuntamente con el alférez Rivas y en presencia del teniente Víctor González.

En ocasión de estar realizando esa tarea al capitán Cuñarro le avisan que tiene una llamada telefónica del capitán Romanelli. 

Cuando concurre a atenderla el teniente Víctor González se suicida apoyando una pistola Taurus 9mm sobre su ojo derecho.

El arqueo debió estar a cargo del alférez de fragata Rivas (oficial de administración) pero debido a que en el año 2000 estuvo involucrado en el episodio de un faltante de U$S 10.000.- de la Fragata Artigas durante el comando del capitán de fragata Roberto Bruce, no se lo designó. Esta circunstancia fue ocultada por orden del comandante de la flota Tabaré Daners argumentando la situación por la que estaba pasando la Armada, su reciente designación y que ese dinero provenía del producto de ventas de whisky en distintos comercios de plaza.

El día 13 de julio próximo pasado se comprobó que en el año 2000 habían faltado 11.000 proyectiles, habiendo como constancia una ficha firmada por Víctor González en donde se indicaba que ese faltante se debía a "reajuste de consumo interno".

3. - El Comando de la Armada realizó una compra de cinco toneladas de carne a través de una licitación o llamado a precios. Esas cinco toneladas de carne no han aparecido o nunca entraron al local correspondiente a pesar de figurar como habiéndose abonado su precio. 

Consideramos que es otra circunstancia de falta de cristalinidad derivada de controles inexistentes o imperfectos, o de tener a cargo de las tareas respectivas a personas sin la idoneidad necesaria.

4. - El día 1º de marzo de 2001, próximo a la hora 19.00, el señor Juan Carlos Ramos Acosta, que revistaba en la Prefectura Naval de Río Branco - Cerro Largo, se encontraba en la Prefectura Naval de Punta del Este cubriendo servicios de temporada alta. No cumplía las funciones habituales a que estaba acostumbrado y no hubo una selección por capacitación para su desempeño.

El señor Ramos Acosta se encontraba con un grupo de compañeros en el dormitorio donde también se encontraba Héctor Perdomo, quien estaba "jugando" con su arma de reglamento. Su "juego" lo había realizado anteriormente, pero en esta oportunidad hirió de muerte a Juan Carlos Ramos Acosta.

El homicida, Héctor Perdomo, es hijo del suboficial de la Prefectura del puerto de Río Branco; ha sido protagonista constante de disturbios públicos, con entradas en la Seccional 3a. de Policía de Río Branco. Su padre lo ha recogido en estado de embriaguez en varias oportunidades en un vehículo de PNN.

No ha quedado aclarado si el homicida está detenido en una dependencia militar, así como la situación de los 13 marineros de Río Branco que llevaron el 8 de diciembre de 2000 a Punta del Este por un mes y que el 1º de mayo todavía se encontraban allí.

Parte de la información contenida en esta nota fue publicada en un matutino del día de hoy. Quede claro que la misma no fue brindada por ningún integrante de la Bancada de Senadores del Encuentro Progresista-Frente Amplio.

(Siguen firmas)

Por la Bancada de Senadores del EP-FA


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N. de R.: Esta es la versión difundida por el diputado Daniel García Pintos a través del diario La República, en su edición del 25 de agosto de 2001.

 





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