Contra
el bombardeo electrónico:
espectador.com lanza una campaña "anti spam"
La
llegada de Internet a nuestras vidas ha significado una serie de
beneficios de los que mucho se ha hablado y se habla. Pero este
enorme crecimiento de la red también ha acarreado una serie
de problemas para sus usuarios, de los que poco se sabe.
Para
ellos, se está transformando en moneda corriente verse obligado
a recibir en su correo electrónico un verdadero bombardeo
de ofertas de todo tipo. Esta clase de Correo Electrónico
Comercial No Solicitado es conocido en la jerga de Internet como
"spam" y se está transformando en un problema serio
para quienes se comunican a través de la red y para quienes
brindan servicios de acceso a Internet.
Radio
El Espectador promueve una campaña contra las prácticas
comerciales abusivas del uso del correo electrónico
¿QUE
ES EL "SPAM"?
"Spam"
es la denominación usada en Internet para el Correo Electrónico
Comercial No Solicitado que está inundando la red. La modalidad
que utilizan estos comerciantes virtuales es enviar un mismo correo
electrónico a grandes listados de usuarios en forma simultánea.
El
"spam" cuesta muy poco dinero a quien lo envía,
porque la mayoría de los costos son pagados por los proveedores
del sistema de Internet y los propios receptores del mensaje. La
mayoría del "spam" es publicidad comercial, generalmente
de productos o servicios de calidad dudosa, esquemas para hacerse
rico rápido, o para promocionar entradas a sitios de poca
relevancia (generalmente promocionando pornografía u otras
propuestas ilegales).
El
término "spam" corresponde a una marca de carne
enlatada del grupo Hormel Foods Corporation, que fue inmortalizada
en un famoso episodio de los Monty Python en donde el restaurante
solo servía "spam", y no había forma de
pedir ningún plato para no tener que comerlo.
¿POR
QUE ES MALO EL "SPAM"?
Usa
recursos de otros. "Spam" es una forma única de
vender publicidad no deseada, que obliga al receptor a pagar por
recibirla, mucho más de lo que le cuesta al remitente enviarla.
Para recibir un "spam", el usuario tiene que pagar por
un servicio de Internet y además por el uso de la línea
telefónica para realizar su conexión. Por otra parte,
el tráfico de centenares de miles de correos que se ejecuta
de una sola vez y casi sin costo para el remitente, congestiona
el uso de los procesadores de las computadoras que prestan los servicios
de Internet. Si continuara aumentando indefinidamente el tráfico
del "spam", los proveedores de servicios de Internet tendrían
que enfrentar inversiones que encarecerían ampliamente los
costos del servicio.
Hacen perder tiempo. Muchos mensajes tienen instrucciones
que piden que el receptor envíe un mensaje para remover su
nombre de la lista de "spam". Sin considerar el absurdo
de que alguien tenga que hacer algo para salir de una lista de la
que nunca quiso formar parte, este pedido es completamente imposible
si el volumen aumenta. A menos que los títulos sean tan obvios
como: "Haga dinero rápido", el usuario siempre
debe perder tiempo en abrir el correo y leer una parte para darse
cuenta que es un "spam", sin contar el que también
habría que perder para que den de baja su nombre de la lista.
Si solamente el 1% de los usuarios de Internet realizara un "spam"
al día al resto de los usuarios, estaríamos recibiendo
más de 1000 "spams" por día. En ese caso,
el tiempo que perdido sería enorme.
Roban recursos. Es habitual que la dirección de correo
de donde proviene el "spam" no sea la misma a la que hay
que escribir para comprar sus productos. Esto es así porque
la mayoría de las empresas que envían "spam",
lo hacen violando sistemas inocentes de terceros . Para evitar costos
y los bloqueos contra "spam", usan una técnica
de "pegar y correr" y lanzan su correo desde diferentes
sitios. Esto ocurre porque es relativamente fácil violar
un sitio para usar su canal de salida y utilizarlo con este propósito.
Los sitios utilizados para este propósito tienen luego todo
tipo de problemas, ya que son rechazados por gran parte de la Internet
por ser fuente de "spam".
Se engaña al cliente. El costo de anunciar de este
modo es tan bajo, que cualquier oferta justifica el esfuerzo. Por
lo tanto, en Internet se acentúan todos los problemas de
abuso al consumidor con ofertas engañosas o directamente
falsas, de productos o servicios que suelen ser ficticios ("hágase
rico rápido", "obtenga un celular gratis",
"Bill Gates le regalará dinero", etcétera).
Se apunta a la búsqueda de personas que, por no estar correctamente
informadas de este tipo de prácticas, pueden caer en los
trucos que se les presentan. Como regla general, el tipo de producto
que se ofrece exclusivamente por "spam" es lo suficientemente
malo como para que no justifique la inversión de una campaña
comercial normal para lanzarlo.
Suele ser ilegal. El "spam" juega con la disparidad de
los diferentes marcos legales de protección al consumidor
que existen en los países y la dificultad para ubicar a quien
los envía, convirtiéndose así es la mejor vía
para promocionar productos o servicios ilegales o rechazables, como
cadenas de dinero, acceso a pornografía, difusión
de pornografía infantil y otros. Por otra parte, las prácticas
habituales de recolección y tráfico de direcciones
se basan en el engaño a los clientes y en falsas promociones
para conseguir direcciones de usuarios. La existencia de un mercado
de direcciones de usuarios para el "spam" ha abaratado
enormemente la posibilidad de diseminar virus de todo tipo.
Nuestra
Propuesta
La
campaña que estamos promoviendo enfrenta un problema ético
crucial para el desarrollo de Internet. El "spam" ha logrado
romper las barreras legales que originalmente le fueran impuestas
y recién ahora en los Estados Unidos se está considerando
un marco legal que podría ser eficaz para combatirlo.
Queremos
poner a disposición de los usuarios de Internet la mejor
información disponible sobre el problema, y recomendaciones
para protegerse contra esta amenaza (ver sobre la franja izquierda).
Creemos
que es nuestra obligación asumir el compromiso de proporcionar
este servicio público a la población. Queremos dejar
esta comunicación abierta con nuestros lectores para que
nos hagan saber sus opiniones y sugerencias.
Servicio
de protección al consumidor
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