No
va más
La crisis que
enfrenta el sector productivo nacional es de tal magnitud y ha penetrado
tan profundamente en la sociedad uruguaya, que ya ha paralizado
múltiples actividades económicas, empujando con sus
efectos negativos a las actividades que aún sobreviven hacia
el despeñadero de la inviabilidad. No queremos llegar al
momento en que ya ninguna medida sirva.
Esta es la dura
realidad por encima de cualquier interpretación que se pretenda
dar o buscar.
Ya no es posible
continuar en el camino sencillo y menos comprometido de atacar los
síntomas antes que las verdaderas causas de esta situación,
tampoco hay tiempo para frases elípticas que no reflejan
la realidad. Ha llegado el momento en que cada cual debe asumir
sus responsabilidades.
La sociedad
uruguaya está fuertemente agredida y ve comprometido el futuro
que tiene el deber de defender ya que de él depende el provenir
de las futuras generaciones, del cual ya lamentablemente han quedado
excluidos los que han tenido que emigrar. Esta nueva diáspora
y el penoso nivel de desocupación es un horror cotidiano
que sufrimos y que nos debería avergonzar a todos.
Por lo tanto
los representantes de las gremiales empresariales abajo firmantes
manifestamos:
1º. La
supervivencia del trabajo y la producción nacional requiere
de un rápido y eficaz cambio en el rumbo de la actual política
económica. No necesitamos que nos sigan administrando y financiando
nuestra inevitable agonía como productores y empresarios.
2º. Una
familia, una empresa, un País no puede invertir, comprar
o cumplir con sus obligaciones financieras si no tiene ingresos
y rentabilidad y la única forma de obtenerlo es potenciando
la actividad económica a través de:
a) La revitalización
del mercado interno, mediante políticas que evitando la competencia
desleal estimulen el empleo y la mejora del ingreso.
b) Dinamizando al sector exportador para lo cual debe reintegrársele
en forma urgente su competitividad.
3º. El
aparato productivo nacional necesita soluciones financieras acordes
con su situación actual, pero éstas serían
absolutamente inviables si no se instrumentan soluciones económicas
concretas y eficaces en forma paralela.
4º. El
sector productivo ha estado permanentemente elaborando propuestas
y esforzándose para continuar con vida en situaciones tan
difíciles, habiendo soportado toda la carga de esta situación,
mientras que el sector público ha permanecido incólume.
5º. Por
último convocamos a la creación de un acuerdo productivo
nacional con la urgencia que la situación requiere, donde
además de los sectores privados, el sistema político
deberá asumir el protagonismo que ha comprometido ante la
sociedad uruguaya.
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