Declaración
de la Cámara de Industrias del Uruguay en su 103 aniversario
La CIU conmemora
el 12 de noviembre su 103 aniversario y el Día de la Industria.
Una fecha que tradicionalmente es de celebración y festejo,
este año la destinamos a la reflexión.
La difícil situación por la que atraviesa nuestro
sector viene siendo enfrentada con valentía por los miles
de industriales uruguayos, que tienen a diario la responsabilidad
de llevar sus empresas adelante y contribuir al desarrollo nacional.
La coyuntura internacional y la mala situación económica
interna que nos afecta desde hace varios años siguen ocasionando
enormes daños al aparato productivo, que ha tenido que contemplar
con impotencia cómo se deterioran las genuinas fuentes de
empleo y riqueza de Uruguay: sus empresas.
Los industriales conocen su responsabilidad como uruguayos. No cejan
en su esfuerzo permanente por superarse y buscan incansablemente
nuevas estrategias para mantener su presencia en el mercado, a pesar
de las contrariedades que deben vencer para seguir trabajando. Como
empresarios aceptamos el desafío del Mercosur, cumpliendo
con las exigencias de una reconversión dolorosa, para lograr
un mejor posicionamiento a nivel internacional. Eran también
imprescindibles ajustes estructurales en el Estado que desafortunadamente
no se han producido a la velocidad requerida.
En varias oportunidades la CIU ha presentado al gobierno, a las
fuerzas políticas y a la sociedad su visión de la
situación y los posibles caminos para superar esta crisis
que se prolonga por demasiado tiempo. Nuestros reclamos siguen manteniendo
su vigencia y por ello insistimos con los mismos.
El peso del Estado. Es imprescindible reducir el excesivo peso del
Estado en la economía del país. Hay que disminuir
el gasto público y mejorar en forma inmediata la calidad
de los servicios que presta, ya que está agotándose
la capacidad de contribución al mantenimiento del aparato
estatal por parte de las empresas y trabajadores del sector privado.
Es necesario que se implemente una política industrial activa,
con un marco estructurado y horizontes de largo plazo, con estímulos
concretos y eficientes para la inversión privada nacional
y extranjera. Debemos poner en práctica una política
comercial realista enfocada hacia el Mercosur y hacia el resto del
mundo, utilizando para ello todos los instrumentos disponibles que
aseguren condiciones igualitarias de competencia para nuestros productos
y servicios. Deben combatirse constantemente las prácticas
desleales de comercio, el contrabando y la evasión fiscal,
para asegurar que la ilegalidad no genere mayores daños a
la actividad productiva y al trabajo nacional.
Una vez más proponemos que toda la sociedad reclame y contribuya
a promover la mejora de la competitividad nacional, como única
forma de salir de la crisis que enfrentamos. Por todo lo antedicho,
los industriales reflexionamos en nuestro día acerca del
presente y futuro del sector y del país e invitamos a todos
nuestros compatriotas a hacer lo mismo.
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