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29.11.2001















Publicado en la revista Latitud 30/35

DERROCHE

Toda vez que alguien intenta hincar el diente al gasto del sistema político no falta quien advierta "el peligro" que entraña poner en evidencia las presuntas anomalías pues ello, se dice, puede determinar un debilitamiento de las instituciones. El argumento no es nuevo, se viene aplicando como antídoto a las críticas desde principios de la década del 80. Y ha dado un triste resultado: nadie juzga el costo país del sistema político, en especial de sus errores. En los últimos 16 años se han hecho toda clase de diagnósticos de como debe ajustarse el gasto público para mentalizar a la población sobre los tiempos difíciles que se viven, pero el país no ha sido nunca testigo de un sinceramiento público del sistema político, autocrítico, con cifras y datos, con explicaciones de los motivos del gasto, cuando se trata de los dineros usados por ellos mismos. ¿qué ciudadano sabe con exactitud cuál es el gasto del poder político? Es el gran enigma. El año pasado cuando Latitud 30 35 reveló la existencia de una extendida red de contratos de obra y servicio, muchos de ellos usufructuados por familiares directos de gobernantes, hubo quienes se desgarraron las vestiduras y otros se enojaron, pero aún queda sin contestar porqué no se concedieron contratos sin previo concurso en la mayoría de los casos ni cuáles fueron las conclusiones de esos costosos proyectos.


MULTIPLICACION DE CARGOS GERENCIALES, PARTIDAS ESPECIALES
E IRREGULARIDADES EN EL SISTEMA DE ASCENSOS EN OSE

Aguas doradas

El siguiente informe incluye la situación específica de OSE, cuyas autoridades parecen no estar de acuerdo en que deben disminuirse los gastos del organismo, al menos los de las jerarquías, habiendo iniciado el directorio del ente una loca carrera de creación de nuevas gerencias, ya suman cerca de medio centenar.

Las preguntas se suceden sin respuestas lógicas. Si se pretende racionalizar y reducir el gasto del Estado, si se busca aumentar la transparencia en los procesos de gestión, ¿cómo explicar esta orgía de gastos y burocracia en el ente acuífero?

Pero no es todo. Un impactante informe de la periodista María Urruzola publicado el pasado viernes 10 en el semanario Brecha acerca de los negocios privados de la hermana del ex director de la Direccion General Impositiva, Joaquín Díaz, pone de manifiesto la confusión que sufren algunos funcionarios en torno al ejercicio de la función pública y su relación con sus actividades privadas (ver nota "¿Quién ajusta a los ajustadores?").

En la mas comun de sus acepciones "ajustarse el cinturon" significa reducir al minimo los gastos de tal manera de poder hacer frente a una situacion deficitaria. Las reiteradas exhortaciones de las autoridades para que el pais comprima aun mas su alicaida economia amenaza naufragar desde adentro mismo de la estructura de gobierno. Los titulares de algunos entes del Estado han hecho caso omiso al pedido del Ejecutivo.

Tal es el caso de OSE cuyo directorio presidido por el quincista Juan
Justo Amaro y que integran ademas el forista Hugo Granucci y el herrerista
Alberto Casas inicio hace meses una irrefrenable carrera de creacion de
nuevas gerencias, con remuneraciones mas afines a las de un pais del primer
mundo que la de una sufrida republica latinoamericana.

Una alta fuente del Edificio Libertad aseguró a Latitud 30 35 que OSE y el Banco de Seguros del Estado son los dos entes que en materia de gastos le causan mayores dolores de cabeza a la Administración. En el Banco de Seguros las partidas especiales que los directores se fijaron para cada una de sus secretarías, y la concesión de una partida especial de U$S 500.000, así como otras irregularidades llamó la atención del Ejecutivo (ver nota aparte). En OSE el problema es aún mayor, por un lado resoluciones de directorio avalan partidas cuantiosas, sin rendición de cuentas para cubrir gastos de despacho del Gerente General del organismo, Ing. Arturo Castagnino. Por otro, la creación en el último año de varios cargos de gerentes y subgerentes sin atender el sistema de ascensos de la administración pública por resolución del directorio del ente deja al descubierto serias irregularidades y la convicción de que están gastando más de lo que deberían.

Una de las fuentes consultadas afirmó que los cargos gerenciales se han duplicado respecto a las previsiones que OSE había realizado en el último presupuesto. A modo de ejemplo, informó la fuente, la previsión realizada por el organismo en el cargo de subgerentes era de 26, y hoy hay cerca de 50 subgerentes. Respecto a los cargos de gerencia, mientras la administración preveía que no ascendería a más de 23, hoy el organismo cuenta con 38 gerentes. La cantidad de subgerentes generales (el cargo inmediatamente inferior al de Castagnino) hoy es el doble de los tres que estaban previstos en el presupuesto anterior. Basta recorrer las páginas de Presidencia de la República en Internet para revisar el sueldo que le corresponde al sub gerente general de OSE. Según el cuadro, el salario mensual es de $ 58.751,70.

Esta multiplicación de cargos de subgerentes generales se produjo en el corto período que va desde el 31 de diciembre de 2000 a abril de 2001. Según estimaron las fuentes consultadas, la duplicación de cargos (subgerencias, gerencias y subgerencias generales) le cuesta al organismo un incremento del Rubro 0 que podría rondar los 300.000 dólares anuales.

La oveja Dolly

Pero, la propia dinámica de selección de los funcionarios de jerarquía en el ente acuífero, que no realiza concursos desde el año 1994, resulta particular frente a las resoluciones de otras dependencias del Estado. De acuerdo al reglamento de ascensos aprobado por el directorio de OSE se prevé la designación directa, sin necesidad de concurso para todos los cargos categoría 15 a 18 inclusive (esto es, los cargos de sub gerente, gerente y sub gerente general). Esta disposición que forma parte del Reglamento de Ascensos del organismo establece expresamente la excepción de la cobertura de los cargos vacantes de "Jefe Administrativo Comercial Departamental del Interior, categoría 14, así como la totalidad de los de Categorías 15 a 18 inclusive". Apoyados en este reglamento se nombraron la mayoría de los cargos de jerarquía que hoy están cubiertos en el ente.

Sin intención de revisar caso por caso los nombramientos realizados desde el directorio del ente, algunas de las situaciones constatadas en el organismo hacen referencia no sólo a funcionarios de carrera con ascensos vertiginosos en la administración, -como es el caso de algún funcionario que fue ascendido de categoría 12 a categoría 16-, sino también a algunos casos donde las irregularidades resultan aún mayores. Se trata de varios funcionarios que siendo contratados y no presupuestados obtuvieron rápidamente cargos de jerarquía en el ente. En una resolución del directorio del 14 de marzo pasado se aprobaron seis ascensos, un gerente contratado, un subgerente que no tenía un cargo anterior, una jefatura de unidad (categoría 16) a un funcionario categoría 11 y una jefatura técnica (categoría 14) cuyo nombramiento recayó en un empleado que está haciendo uso de un contrato de arrendamiento de servicio por el que recibiría una remuneración mensual de $ 35.289 más IVA. El caso llama poderosamente la atención ya que el organismo cuenta con técnicos presupuestados que podrían cumplir la misma función.

La política de ascensos ya se venía dibujando por la administración del ente desde el período pasado, cuando el directorio estaba integrado por Wilson Elso Goñi (Movimiento de Rocha), Ariel Moller (Foro Batllista) y Mariella Bruno (Lista 15). El 22 de febrero del 2000, cuando sólo restaba una semana para dejar su mandato, el entonces presidente Julio María Sanguinetti resolvió designar a nueve gerentes y a dieciséis subgerentes a funcionarios del organismo. Todas estas designaciones se tomaron previo informe favorable del director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Cr. Ariel Davrieux. Finalmente, el 20 de junio pasado, Batlle actuando en acuerdo con el Ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente resolvió dejar sin efecto la resolución por considerar que se vulneraron reglas de la carrera administrativa. La administración revocó la resolución de febrero de 2000 y encomendó a OSE la revisión del Reglamento de Ascensos.

Con esta decisión, la OSE no tuvo más remedio que cubrir los cargos con los designados en forma interina y no presupuestarlos. Sin embargo, del concurso para cubrir las vacantes ni se habla y los funcionarios alcanzados por la resolución firmada por Sanguinetti siguen al frente de los cargos asignados.
Una de las fuentes hizo incapié además en que en OSE muchas de las gerencias creadas no tuvieron razón de ser. Las nuevas estructuras del organismo sólo generan mayores gastos a un ente cuyos números no cierran desde hace mucho. En el año 2000 el déficit de OSE ascendió a 8 millones de dólares. Por esa razón no deja de llamar la atención la curiosa clonación de cargos que no parece arribar a un mejoramiento de las arcas del ente. Sólo a modo de ejemplo y tomando uno de los nuevos cargos creados por el directorio del organismo, en marzo de este año, OSE nombró por resolución 320/01 a un arquitecto para que ocupara el cargo de "Sub gerente de mantenimiento de infraestructura física y edilicia del edificio Cordón y de los activos físicos corresponidentes al patrimonio histórico del organismo". Según pudo saber Latitud 30 35 el cargo mencionado deriva de la división de la gerencia de mantenimiento edilicio ya existente. Muchos se preguntan porqué se creó una división especial encargada del edificio de la calle Roxlo, ¿qué beneficios puede acarrearle a la administración y principalmente al usuario del servicio de agua potable que exista esa nueva subgerencia?

Sueldos y partidas especiales

Estas transformaciones en el estructura gerencial del organismo devienen en mayores costos por las altas remuneraciones salariales y otros sorpresivas decisiones adjudicando partidas especiales sin rendición de cuentas. Tal es el caso del gerente genral del ente, Arturo Castagnino, quien por resolución de directorio 90/01, está remunerado mensualmente con $68.687,07, excluída la antiguedad. El mismo día que OSE decidió aumentarle el sueldo de su gerente general Arturo Castagnino, firmó la resolución 89/01 autorizando "una partida mensual de $ 31.412 reajustables trimestralmente con la variación del IPC a fin de atender los gastos que se originen en el despacho del Sr. Gerente General durante el Ejercicio 2001, la que no estará sujeta a Rendición de Cuentas". Castagnino suma 100 mil pesos mensuales de ingresos, un tercio de los cuales por concepto de partidas especiales sin rendición de cuentas.
Fuentes del Edificio Libertad consultadas sobre este punto por Latitud 30 35 aseguraron que en la Administración Central todos las partidas especiales otorgadas por el Ejecutivo deben tener su rendición de cuentas respectiva. La rendición de cuentas en un mecanismo de control que no debería obviarse exceptuando los casos en que esté en juego la seguridad del Estado. No parece ser esta la política de gastos tomada por el directorio de OSE.


TEXTO: CECILIA GREIF



 





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