Hacia un tratado de libre
comercio entre
Uruguay y Estados Unidos: contenido e impacto
Martes 5 noviembre de 2002
Sheraton Montevideo Hotel
EMILIANO COTELO:
Escuche la presentación
Les
damos la bienvenida a este foro destinado a reflexionar sobre la
posibilidad de un acuerdo bilateral de libre comercio con Estados
Unidos: cuál podría ser su contenido y cuál
terminaría siendo su impacto.
Como ustedes saben, este tema ocupa un lugar destacado en la agenda
de esta administración de gobierno. Además, en la
sociedad uruguaya genera reacciones diversas, desde el entusiasmo
hasta el rechazo, pasando por la indiferencia y, también,
las dudas.
Justamente, para que ese debate pueda encauzarse sobre bases sólidas,
este seminario se propone aportar, por un lado, información
nueva y, por otro, análisis calificado.
Ojalá estos insumos resulten provechosos porque, como ustedes
verán esta mañana, la cuestión de fondo es
en realidad bastante más profunda que el acuerdo en sí
mismo.
Sobre eso -la historia y los objetivos de este encuentro- nos habla
en primer término al doctor Nicolás Herrera, presidente
de la Cámara Nacional de Comercio Uruguay-Estados Unidos.
NICOLÁS HERRERA:
Señor presidente de la República, señor vicepresidente
de la República, señores ministros de Estado, señores
legisladores nacionales, señores representantes diplomáticos
ante el gobierno, señor embajador de Estados Unidos ante
nuestro país, autoridades nacionales, presidente del Directorio
del Partido Nacional, vicepresidente del Encuentro Progresista,
socios de la Cámara de Comercio Uruguay-Estados Unidos y
de Ceres, invitados especiales.
Es un honor para la Cámara de Comercio Uruguay-Estados Unidos
poder contar con la presencia del señor presidente de la
República y congregar hoy a reconocidos expertos internacionales
y a altos representantes de los partidos políticos de la
República en un panel de indudable jerarquía. Queremos
también agradecer a todos los presentes, invitados especiales,
socios de nuestra cámara y socios de Ceres.
Cuando el señor presidente de la República lanzó
el desafío de considerar la posibilidad de avanzar en procura
de un tratado bilateral de libre comercio con Estados Unidos, nuestra
cámara recogió el desafío y se propuso colaborar
y apoyar ese proyecto en procura de hacer que ese objetivo se volviera
una posibilidad real. Estamos convencidos de la enorme trascendencia
que para nuestro país tendría poder lograr ese objetivo
que para algunos países, como por ejemplo Chile, es hoy casi
una realidad.
Queríamos destacar esa trascendencia, aún sabiendo
que los problemas coyunturales en uno de los años más
difíciles en la historia del país podrían hacer
aparecer a este proyecto como postergable. Todo lo contrario. El
futuro de Uruguay depende de las opciones y decisiones que adopte
para el mediano plazo. Y creemos firmemente que este proyecto, este
objetivo, representa un pilar esencial en cualquier estrategia de
mediano plazo para el país.
Con este convencimiento en la cámara concebimos la idea
de contratar a reconocidos consultores internacionales, como lo
son Herminio Blanco y Jaime Zabludovsky, actores fundamentales en
las negociaciones que México llevó a cabo para acordar
el Nafta y su acuerdo con la Unión Europea, entre otros.
Fue a través de Ceres, que se encargó de la coordinación
del trabajo que hoy se presenta en público, y aquí
debo ofrecer un sincero agradecimiento a mi amigo Ernesto Talvi,
que nos acercó a los profesionales hoy aquí presentes
y nos guió exitosamente.
La idea era aportar un documento que, imaginando una posible negociación
bilateral entre Uruguay y Estados Unidos, destacara los principales
intereses de ambas partes, haciendo un paralelo entre los capítulos
y contenidos del Nafta, a fin de desarrollar una matriz que pudiera
permitirnos a todos quienes no dominamos estos temas comprender
cuáles serían los obstáculos y dificultades,
cuáles los cambios que deberíamos llevar a cabo y
también determinar las áreas en las cuales no existirían
obstáculos relevantes.
Ceres coordinó el trabajo con los consultores aquí
presentes y el resultado es un trabajo de excepcional calidad y
claridad. Este último mérito es de enorme importancia
para los no expertos. Con la original metodología que estamos
seguros será de suma utilidad para el gobierno, para los
partidos políticos y para los diversos actores sociales:
gremiales empresariales, de trabajadores, etcétera.
Este trabajo no trata ni pretende comparar ni enfrentar el camino
de un acuerdo bilateral de libre comercio con Estados Unidos con
el Mercosur, ni con un posible convenio de cuatro más uno,
ni con el Alca (Área de Libre Comercio de las Américas).
Ese es otro tema, creemos que los caminos no son excluyentes.
Nuestra cámara ha actuado este año en permanente
contacto con el embajador Hugo Fernández Faingold, apoyando
sus esforzadas gestiones ante el gobierno y el Congreso de Estados
Unidos. Las empresas socias de nuestra cámara con sede en
Estados Unidos han enviado más de 40 cartas a las autoridades
de ese país, al representante de Comercio de Estados Unidos,
Dayu Steart, apoyando este proyecto, y seguiremos apoyándolo
en todo lo que esté a nuestro alcance.
La aprobación del Trade Promotion Authority (TPA) por parte
del Congreso de Estados Unidos, el pasado mes de agosto, abre una
cuota de esperanza. Falta ahora que Estados Unidos incluya a Uruguay
en la lista de países con los cuales estaría dispuesto
a negociar un tratado bilateral de libre comercio. Estados Unidos
ya ha iniciado contactos con Centro América, en negociación
que será multilateral, y está finalizando su acuerdo
bilateral con Chile.
Nosotros creemos que en este momento en Sudamérica, Uruguay
es el principal y más claro candidato para que Estados Unidos
continúen avanzando hacia acuerdos de libre comercio que
puedan luego facilitar la cristalización del Alca.
Hemos convocado a los máximos representantes de las principales
fuerzas políticas del país para debatir este tema.
Creemos que más allá de la diversidad y de los problemas
urgentes e inmediatos, nuestro Uruguay se merece una política
de Estado para potenciar las posibilidades de que este proyecto
se vuelva una realidad. El camino hacia un acuerdo de libre comercio
con Estados Unidos, u otros acuerdos similares, no es el camino
de un gobierno ni de un partido sino de un país, como lo
han demostrado la tenacidad y perseverancia de los sucesivos gobiernos
chilenos. Nada menos esperamos ni deseamos para nuestro país
y de nuestros representantes. Ojalá esta jornada contribuya
en alguna medida a sentar las bases de ese destino.
Les agradecemos a todos su presencia. Muchas gracias.
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