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21.07.2003




























Ahora, los hechos
La investigación británica sobre los argumentos que derivaron en la decisión de invadir Irak, desvió su atención a aspectos laterales del asunto. Tal el caso de la discusión sobre si la BBC estuvo bien al reproducir la información de una fuente de Inteligencia respecto a que el gobierno habría "hecho más atractivos" los informes que llegaban desde los servicios de Seguridad. El Comité parlamentario que investigó el tema concluyó que el jefe de la comunicación del Primer Ministro, Alastair Campbell, no "embelleció" la información de Inteligencia y que el gobierno no engañó al Parlamento para convencerlo de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak. Ahora, en cambio, parece que se discutirá lo sustancial: ¿Saddam Hussein era realmente una amenaza para Occidente y su régimen debía ser derrocado, aún con los altos costos civiles que tuviera esa campaña militar?

Los argumentos utilizados para invadir Irak, ciertos o no, provenían de servicios de Inteligencia o al menos los invocaban. Entonces nunca como ahora estuvo en entredicho la confiabilidad de esos servicios, sostiene el diario británico Guardian. Sucesivos testimonios ante el Comité de Asuntos Internacionales reconocieron las dificultades que tenían los servicios de inteligencia occidentales para reunir información confiable de qué pasaba en Irak y cuáles eran los planes de Saddam.

Por ejemplo, Gary Simone, experto en proliferación armamentística del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, declaró que "el registro de la información de las agencias de Inteligencia sobre los diferentes programas de armas de Irak era muy pobre". Y el ex canciller inglés Robin Cook afirmó que en Estados Unidos se sostenían mucho en fuentes del exilio iraquí que tenían sus propios intereses en este conflicto. El informe del comité investigador echa dudas sobre muchos de los argumentos utilizados pero, fundamentalmente, sobre el principal: la capacidad iraquí de desplegar armamento de destrucción masiva en 45 minutos. Este extremo hoy parece prácticamente descartado incluso por los propios servicios de Inteligencia. Y los legisladores piden que se explique por qué se le dio tanta trascendencia a este dato, cuando provenía de una única fuente sin corroborar.

Tras la publicación del informe muchos legisladores de la oposición vuelven a reclamar una investigación judicial independiente. Afirman que durante el trabajo del Comité se avanzó muy poco. La prensa sostiene que ahora es más necesario para el gobierno el hallazgo de pruebas concretas. Es que la baja en el apopyo poular a la administración Blair es sensible. Una encuesta publicada por el diario The Times reveló que mientras antes de la guerra el 74% de los británicos apoyaba la invasión a Irak; hoy sólo lo hace el 47%.




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