Hallan el cadáver del testigo de la BBC
En la mañana de este viernes la policía halló
el cadáver del funcionario David Kelley, ex inspector de
armas de Naciones Unidas que reconoció ser una de las fuentes
de la BBC en el informe que denunció al gobierno por manipular
los informes de Inteligencia sobre Irak. El funcionario había
sido reportado como desparecido hace 24 horas cuando salió
a caminar.
Ese informe desató una polémica sin precedentes entre
el gobierno británico y la corporación de noticias,
BBC. Kelley reconoció haber hablado con el periodista Andrew
Gillian, pero negó ser la única fuente de aquella
nota que afirmaba que miembros de la administración laborista
habían manipulado datos de inteligencia para reforzar el
caso contra Saddam Hussein, informó
hoy la BBC.
La Policía continúa investigando las causas de la
muerte de este funcionario.
"La historia nos perdonará"
Pocos mandatarios extranjeros tienen la posibilidad de dirigirse
directamente a las cámaras del Congreso de Estados Unidos.
El premier inglés Tony Blair la tuvo. Y aprovechó
la oportunidad para asegurar que la historia lo absolverá
por haber acompañado la acción militar en Irak, a
pesar de que no se encuentren armas de destrucción masiva.
Los congresistas aplaudieron de pie.
Tanto congresistas demócratas como republicanos están
planteando serias dudas respecto al peligro que signifcaba Saddam
Hussein. Blair
habló ante ellos y les preguntó: "¿Podíamos
estar seguros de que el terrorismo y las armas de destrucción
masiva se juntarían?". Y se respondió: "Si
estuvimos equivocados, al menos destruimos una amenaza responsable
de una carnicería inhumana y de sufrimiento. "Eso es
algo que, estoy seguro, la historia perdonará", afirmó.
El primer ministro dijo estar convencido de que actuaron correctamente
y que la historia no hubiera perdonado el no tener el liderazgo
necesario para atacar Irak.
Esta semana, los cuestionamientos a la guerra en Irak llegaron
a su punto máximo en Estados Unidos. George Bush tuvo que
respaldar al jefe de la CIA aun cuando se comprobó que era
falso el principal argumento que había usado en su discurso
"Estado de la Unión" de enero de 2003 para remarcar
el peligro nuclear que representaba el régimen de Saddam
Hussein. Citando a la Inteligencia británica, que a su vez
había referido supuestamente a informes de la Inteligencia
italiana, Bush afirmó que Irak había intentado comprar
uranio en Níger a pesar de que no tenía un programa
nuclear civil. A través de un enviado a ese país africano,
la CIA había descartado esa información por inverosímil.
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