DISCURSO DEL PRESIDENTE BOLIVIANO, CARLOS MESA
"Integración que nos haga más libres"

"La palabra integración tiene que entenderse precisamente como una forma de diseñar y de pensar el futuro", dijo el presidente boliviano Carlos Mesa al recibir las llaves de Montevideo. Mesa recordó la "gravísima" crisis que vivió su país y lo llevó a al Presidencia. Agregó que las respuestas a esa crisis pueden ser "de una u otra naturaleza" pero su "único protagonista" debe estar en "la mujer y el hombre que construyen la sociedad".

Texto completo del discurso:

"Queridos presidentes, señor intendente, queridos amigos...

En su creación, en 1728, esta ciudad fue pensada como un escenario geográfico estratégico en el Atlántico Sur para quienes en ese momento detentaban el poder en América. Estratégica fue Montevideo como ciudad amurallada para defender a un imperio como estratégica es y ha sido Montevideo en los siglos XIX y XX para generar pensamiento latinoamericano, para generar espacios de creación, para generar debates de ideas y para proponer hoy en este presente una línea y una visión de Montevideo misma, de Uruguay y de América, integradora, sin murallas. No para defenderse de un enemigo ilusorio sino para defender al continente de lo que pueden ser peligrosos cantos de sirena.

Bolivia y Uruguay se enlazaron históricamente precisamente en ese tiempo fecundo de la independencia cuando, Audiencia de Charcas todavía, se generaba el pensamiento desde la Universidad de Chuquisaca. Un boliviano que estuvo vinculado a esta tierra, de apellido Zudánez, contribuyó al diseño del texto constitucional uruguayo y fue asesor de este Municipio. Ese es un matrimonio que hoy vale la pena recordar porque fue un matrimonio de ideas, un matrimonio de construcción de espacios de libertad. Por permitió, en definitiva, que viéramos el futuro uruguayos y bolivianos, charquinos y de la Banda Oriental. Un futuro que hoy está en proceso de construcción.

Creo que la palabra integración tiene que entenderse precisamente como una forma de diseñar y de pensar el futuro.

Muchos de ustedes construyeron sus ideales en esos años turbulentos, creativos y paradójicos de la década de los años 60 y 70, tan fecundos y traumáticos para América Latina. Muchos de ustedes que hoy están en la responsabilidad del gobierno municipal están construyendo el escenario del ciudadano, el escenario de los ciudadanos. Como ustedes mismos han dicho, no hay integración sin ciudadanos que entiendan sus deberes y sus derechos, su responsabilidad individual y su responsabilidad colectiva. Que entiendan, sobre todo en este Siglo XXI, que la trama de las ciudades es probablemente la trama más importante del desarrollo de una sociedad y es el escenario donde realmente va a debatirse un modelo de pensamiento, una visión crítica y una capacidad de confrontar los desafíos que hoy tenemos.

Vengo de un país que ha atravesado una gravísima crisis y tengo sobre mi espalda el desafío de entender que esa crisis fue producto de la exclusión, de la discriminación, de la miopía para mirar las cosas malas de un modelo que tiene que revisarse, de una ortodoxia que no puede continuar inamovible, de una necesidad de apertura de mente que nos permita encontrar respuestas de una u otra naturaleza cuyo único protagonista es el ser humano. Cuyo único protagonista es la mujer y el hombre que construyen la sociedad. Por eso quiero agradecer profundamente esta distinción porque sé lo que representa Montevideo como ciudad de pensamiento, de creación y de debate democrático.

Porque me honra el poder tener una llave que me permita abrir sus puertas las veces que sea necesario para acercar no ya el pensamiento charquino y el de la Banda Oriental sino el pensamiento sudamericano en el camino a la integración que nos haga más libres.

Muchas gracias".

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