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14.11.2002




























 


"Yo me ayudé..."

DIEGO BARNABÉ:
"Schiaffino empató el clásico frente a Brasil, que luego Ghiggia desniveló para Uruguay. Historia conocida. Con su clase hizo enmudecer a las casi 200.000 personas que estaban en el Maracaná.

El mismo Pepe declaró muchas veces: "Dios no quiso que gane Brasil. Esa selección nos metía tres y cuatro goles en los partidos amistosos". Ese grandioso jugador y humilde y sincero declarante, brilló en su selección en ese mundial y en el de 1954, en Suiza. Brindó cátedra 12 años en Peñarol, jugó entre el 54 y el 59 en el Milan de Italia, en el 60 en la Roma y hasta se dio el lujo de integrar en cuatro partidos la selección italiana.

Dicen que el Pepe andaba caído porque no logró superar la muerte de su esposa y, tal vez, la tristeza le hizo decir adiós. Hasta a los héroes... les pasa", escribió Julio Marini en Clarín.

Juan Alberto Schiaffino uno de los grandes jugadores que ha dado el fútbol uruguayo en toda su historia, campeón mundial en 1950, falleció ayer a los 77 años y después de una larga enfermedad.

El Senado de la República le rindió homenaje. Varios legisladores se sorprendieron con la noticia cuando el senador blanco, Jorge Larrañaga, pidió al cuerpo un alto en la consideración del orden del día, para exponer unas palabras de reconocimiento a su trayectoria.

Quería compartir con ustedes parte de la historia que uno puede atesorar en un archivo personal. En este caso un encuentro con "Pepe" Schiaffino hace ya más de 12 años. Me encontré con él en un atardecer de verano a comienzos de marzo de 1990 en la rambla de Piriápolis. En ese lugar él pasaba más de la mitad del año. Había viajado a Italia recientemente para facilitar contactos a la delegación uruguaya que iba a participar del mundial que ese año se disputaría en ese país. Habían pasado 40 años del Maracanzo.

Era muy respetado en Italia. A tal punto que por aquel entonces lo consultaban frecuentemente sobre la calidad de los jugadores uruguayos. Fue así que Schiaffino apuntaló los pases de Rúben Sosa y Nelson Gutiérrez, que después abrieron las puertas a una cantidad de gente. Mantenía relaciones con muchos viejos amigos italianos como Maldini padre, que fuera entrenador de la selección italiana, Giussepe Trapatoni, ex entrenador del Inter, y Gianni Rivera que llegó a ser diputado.

La noticia de este fallecimiento produjo impacto en "La Bota". El público del Estado del Milan dedicó ayer un emocionado y último aplauso al conocer la noticia cuando, minutos antes de iniciarse el partido Milan - Deportivo La Coruña por la Liga de Campeones, los altavoces anunciaron la muerte del futbolista. En ese momento, los cerca de 40.000 espectadores irrumpieron en un espontáneo aplauso a la vez que los jugadores salieron al campo con un brazalete negro en señal de luto.

Vamos a aquel encuentro con Schiaffino, hace 12 años.

***

DB - ¿Qué ha significado Italia en ese pasaje que usted tuvo? Más allá del futbol y de todas las amistades, ¿es un país que lo estremece?

JUAN ALBERTO SCHIAFFINO:
Es realmente así. Siento emoción cuando piso tierra italiana porque he sido recibido de la mejor manera posible y eso no se olvida. El recuerdo que tengo de Italia es imborrable. Cuando retorno y empieza a mirar las casas y la gente que todavía me recuerda, siento una emoción muy linda.

***

DB - "Un maestro del fútbol". "El más fuerte entre los fuertes y un grande", dijo ayer en Italia Cesare Maldini entre otros grandes del calcio.

Hablando de otras cosas con Pepe Schiaffino, aparecía lo que sigue:

***

DB - ¿Qué le dio el fútbol que no le hubiera dado otra profesión?

JAS - Yo no tenía profesión. Trabajaba en un lado y en otro. Fui panadero y después entré en una fábrica de aluminio. Después me decidí por el fútbol porque me llamaron de Peñarol.

DB - Y no se arrepiente.

JAS - No. Tuve suerte. El destino era ese. Para cada persona parece estar señalado. Uno ayuda, por las condiciones que pueda tener. Yo tuve suerte de estar en un club grande como Peñarol y después en el Milan, eso fue favorable. Ir a una institución grande siempre es más conveniente. Además, económicamente me fue bien. Después me ayudé para colaborar en mi profesión y en las demás cosas. No es fácil la tarea del jugador de fútbol.

DB - Peñarol es un club que sigue queriendo muy especialmente.

JAS - Indudablemente. Yo le dio a Peñarol pero Peñarol me dio muchísimo.

***

DB - "Y yo me ayudé después"... Qué humildad la de Schiaffino para decir lo que hizo en el fútbol. Finalmente le preguntamos algo que para cualquier figura de la talla suya y de época que vivió, es ineludible. "¿Ya no se ven jugadores como usted o sí?", le pregunté hace 12 años.

***

JAS - En cierto modo si y no. Yo diría que el fútbol fue cambiando y al hacerlo, a veces se empeora o se queda. Uruguay es un país chico, con poca población y eso dificulta. Además, el mundo futbolístico ha ido avanzando. Ya no es más 1950, han pasado 40 años. El fútbol cambia y otras cosas también. El país tiene que estar al día, es como la ropa o las comidas. Hay una serie de dificultades que se han presentado en el fútbol. Los países que antes estaban muy por debajo de nosotros hoy en día, por motivos muy largos de explicar, se han puesto a la cabeza del fútbol. Nuestro país no ha avanzado mucho por la pequeña población y la tecnificación de los otros. Ellos han adquirido jugadores sudamericanos, han mejorado su técnica. Hasta los coreanos juegan bastante bien y los africanos.

DB - Ahora, ¿se puede decir que en aquella época se jugaba de una manera más vistosa, se daba más lugar al espectáculo?

JAS - No. Era otra cosa. Se jugaba más lento, había más posibilidad de jugar porque no se marcaba tanto. Hoy en día, la dinámica, la marcación se ha acentuado. Al no dejar jugar al adversario, usted no me deja jugar a mí y yo tampoco a usted. Hay una lucha permanente en mitad de cancha. Hay tanta preparación física y se corre tanto en el campo que no se permite desarrollar el fútbol que uno quisiera ver. Eso se ha acentuado en todos los equipos, se ha hecho una gran preparación física. Acaba de decir Tabárez que los españoles no paran nunca, corren todo el tiempo a un ritmo infernal. Nosotros no estamos acostumbrados a ese tipo de juego. Somos de otro tipo.

DIEGO BARNABÉ:
"Schiaffino empató el clásico frente a Brasil, que luego Ghiggia desniveló para Uruguay. Historia conocida. Con su clase hizo enmudecer a las casi 200.000 personas que estaban en el Maracaná.

El mismo Pepe declaró muchas veces: "Dios no quiso que gane Brasil. Esa selección nos metía tres y cuatro goles en los partidos amistosos". Ese grandioso jugador y humilde y sincero declarante, brilló en su selección en ese mundial y en el de 1954, en Suiza. Brindó cátedra 12 años en Peñarol, jugó entre el 54 y el 59 en el Milan de Italia, en el 60 en la Roma y hasta se dio el lujo de integrar en cuatro partidos la selección italiana.

Dicen que el Pepe andaba caído porque no logró superar la muerte de su esposa y, tal vez, la tristeza le hizo decir adiós. Hasta a los héroes... les pasa", escribió Julio Marini en Clarín.

Juan Alberto Schiaffino uno de los grandes jugadores que ha dado el fútbol uruguayo en toda su historia, campeón mundial en 1950, falleció ayer a los 77 años y después de una larga enfermedad.

El Senado de la República le rindió homenaje. Varios legisladores se sorprendieron con la noticia cuando el senador blanco, Jorge Larrañaga, pidió al cuerpo un alto en la consideración del orden del día, para exponer unas palabras de reconocimiento a su trayectoria.

Quería compartir con ustedes parte de la historia que uno puede atesorar en un archivo personal. En este caso un encuentro con "Pepe" Schiaffino hace ya más de 12 años. Me encontré con él en un atardecer de verano a comienzos de marzo de 1990 en la rambla de Piriápolis. En ese lugar él pasaba más de la mitad del año. Había viajado a Italia recientemente para facilitar contactos a la delegación uruguaya que iba a participar del mundial que ese año se disputaría en ese país. Habían pasado 40 años del Maracanzo.

Era muy respetado en Italia. A tal punto que por aquel entonces lo consultaban frecuentemente sobre la calidad de los jugadores uruguayos. Fue así que Schiaffino apuntaló los pases de Rúben Sosa y Nelson Gutiérrez, que después abrieron las puertas a una cantidad de gente. Mantenía relaciones con muchos viejos amigos italianos como Maldini padre, que fuera entrenador de la selección italiana, Giussepe Trapatoni, ex entrenador del Inter, y Gianni Rivera que llegó a ser diputado.

La noticia de este fallecimiento produjo impacto en "La Bota". El público del Estado del Milan dedicó ayer un emocionado y último aplauso al conocer la noticia cuando, minutos antes de iniciarse el partido Milan - Deportivo La Coruña por la Liga de Campeones, los altavoces anunciaron la muerte del futbolista. En ese momento, los cerca de 40.000 espectadores irrumpieron en un espontáneo aplauso a la vez que los jugadores salieron al campo con un brazalete negro en señal de luto.

Vamos a aquel encuentro con Schiaffino, hace 12 años.

***

DB - ¿Qué ha significado Italia en ese pasaje que usted tuvo? Más allá del futbol y de todas las amistades, ¿es un país que lo estremece?

JUAN ALBERTO SCHIAFFINO:
Es realmente así. Siento emoción cuando piso tierra italiana porque he sido recibido de la mejor manera posible y eso no se olvida. El recuerdo que tengo de Italia es imborrable. Cuando retorno y empieza a mirar las casas y la gente que todavía me recuerda, siento una emoción muy linda.

***

DB - "Un maestro del fútbol". "El más fuerte entre los fuertes y un grande", dijo ayer en Italia Cesare Maldini entre otros grandes del calcio.

Hablando de otras cosas con Pepe Schiaffino, aparecía lo que sigue:

***

DB - ¿Qué le dio el fútbol que no le hubiera dado otra profesión?

JAS - Yo no tenía profesión. Trabajaba en un lado y en otro. Fui panadero y después entré en una fábrica de aluminio. Después me decidí por el fútbol porque me llamaron de Peñarol.

DB - Y no se arrepiente.

JAS - No. Tuve suerte. El destino era ese. Para cada persona parece estar señalado. Uno ayuda, por las condiciones que pueda tener. Yo tuve suerte de estar en un club grande como Peñarol y después en el Milan, eso fue favorable. Ir a una institución grande siempre es más conveniente. Además, económicamente me fue bien. Después me ayudé para colaborar en mi profesión y en las demás cosas. No es fácil la tarea del jugador de fútbol.

DB - Peñarol es un club que sigue queriendo muy especialmente.

JAS - Indudablemente. Yo le dio a Peñarol pero Peñarol me dio muchísimo.

***

DB - "Y yo me ayudé después"... Qué humildad la de Schiaffino para decir lo que hizo en el fútbol. Finalmente le preguntamos algo que para cualquier figura de la talla suya y de época que vivió, es ineludible. "¿Ya no se ven jugadores como usted o sí?", le pregunté hace 12 años.

***

JAS - En cierto modo si y no. Yo diría que el fútbol fue cambiando y al hacerlo, a veces se empeora o se queda. Uruguay es un país chico, con poca población y eso dificulta. Además, el mundo futbolístico ha ido avanzando. Ya no es más 1950, han pasado 40 años. El fútbol cambia y otras cosas también. El país tiene que estar al día, es como la ropa o las comidas. Hay una serie de dificultades que se han presentado en el fútbol. Los países que antes estaban muy por debajo de nosotros hoy en día, por motivos muy largos de explicar, se han puesto a la cabeza del fútbol. Nuestro país no ha avanzado mucho por la pequeña población y la tecnificación de los otros. Ellos han adquirido jugadores sudamericanos, han mejorado su técnica. Hasta los coreanos juegan bastante bien y los africanos.

DB - Ahora, ¿se puede decir que en aquella época se jugaba de una manera más vistosa, se daba más lugar al espectáculo?

JAS - No. Era otra cosa. Se jugaba más lento, había más posibilidad de jugar porque no se marcaba tanto. Hoy en día, la dinámica, la marcación se ha acentuado. Al no dejar jugar al adversario, usted no me deja jugar a mí y yo tampoco a usted. Hay una lucha permanente en mitad de cancha. Hay tanta preparación física y se corre tanto en el campo que no se permite desarrollar el fútbol que uno quisiera ver. Eso se ha acentuado en todos los equipos, se ha hecho una gran preparación física. Acaba de decir Tabárez que los españoles no paran nunca, corren todo el tiempo a un ritmo infernal. Nosotros no estamos acostumbrados a ese tipo de juego. Somos de otro tipo.

Transcripción y edición: Mauricio Erramuspe



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