El hierro, nutriente fundamental de la alimentación diaria
Se obtiene, principalmente, a través de la ingesta de carnes rojas, aunque también puede encontrarse en la sal y los vegetales. No obstante, el factor más importante a tener en cuenta no es la cantidad de nutrientes proporcionados por los alimentos sino su biodisponibilidad.
El hierro es un mineral que se encuentra tanto en alimentos de origen animal como vegetal. No obstante, de acuerdo a la fuente de la que se obtenga, varía la biodisponibilidad de este nutriente, que es un componente de la hemoglobina, y por tanto, fundamental en el proceso de llevar oxígeno a todas las células de la sangre.
Las carnes rojas, por ejemplo, son la principal fuente de hierro, dado que proporciona una biodisponibilidad (posibilidad de que el organismo capitalice los beneficios del nutriente) del 40%. Los vegetales, en tanto, registran un índice de alrededor del 5%.
Las carnes rojas son la principal fuente de hierro.
Cuando el hierro ingerido no es suficiente, se desarrolla la anemia o déficit de hemoglobina, una condición cuyas características principales son el cansancio, la irritabilidad, la debilidad y la dificultad para concentrarse.
"La anemia por déficit de hierro es la carencia nutricional más extendida a nivel mundial. En la Argentina, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud realizada por el Ministerio de Salud y Ambiente, los índices de anemia son altos y varían muy poco en los diferentes niveles socioeconómicos de la población", postuló la licenciada en nutrición Silvia Squillace, asesora en nutrición de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), y directora de Nutrihelp.
Sin embargo, cabe destacar que no siempre la carencia de hierro implica el desarrollo de esta condición, porque existe además un estado de deficiencia latente de hierro que, sin llegar convertirse en anemia, provoca daño a nivel de órganos y tejidos.
Se calcula que existe déficit de hemoglobina en sangre cuando la concentración es menor a 12 g/dl. De cualquier manera, hay variaciones en esta medida, si se tiene en cuenta el sexo y la edad de la persona.
De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud realizada en 2005, el 18,1% de las mujeres argentinas entre 10 y 49 años y el 8,9% de los niños entre dos y cinco años padecen anemia. Entre las embarazadas, por su parte, el índice trepa al 30,5%.
¿Cómo incorporar hierro?
Además del consumo de carnes rojas, es posible ingerir hierro condimentando las comidas son sales especialmente formuladas. También existen en el mercado leches fortificadas y siempre se puede contar con las nobles verduras.
Pero siempre hay que tener en cuenta que para que el hierro sea asimilado por el organismo no es suficiente con que los alimentos que componen la dieta lo contengan, sino que además este mineral tiene que hallarse en la forma química más parecida posible a la de la hemoglobina. Ésta se denomina hierro hemínico.
"Tanto los niños como los adultos necesitan muchos nutrientes. Todos y cada uno de ellos son importantes: el hierro, el calcio, las vitaminas B1, A, C, D, pero hay algunos que tienen una presencia más 'marcada' o de más fácil acceso en los alimentos que conforman nuestra alimentación. Por eso creo que, si hablamos de déficit de hierro, a veces la respuesta no está en el poder adquisitivo, sino en la elección que se realice de los alimentos", explicó Squillace.
Al ser consultada particularmente por la importancia del hierro, la especialista consignó: "El hierro es fundamental tanto como los otros nutrientes, pero es muy particular porque al tratarse de un mineral no muy frecuente entre los alimentos y por sólo permitir una absorción del 20 por ciento, la incidencia de anemia o deficiencia de hierro es muy grande".
Tips para una dieta equilibrada
- Realice no menos de cuatro comidas diarias. De esa manera va a poder cubrir, en forma equilibrada, las necesidades nutricionales de su organismo
- Consuma alimentos variados: carnes rojas, blancas, lácteos, vegetales, frutas, cereales y derivados.
- Utilice el ingenio para preparar, sobre todo si los comensales son chicos, platos divertidos y coloridos a fin que puedan ir incorporando nutrientes a la dieta.
- Evite la comida chatarra.
(Fuente: Pro-Salud)