Las autoridades sanitarias estadounidenses recomiendan a las personas que fueron afectadas, esperar 24 horas luego de que desaparezca la fiebre antes de retornar a sus actividades. El objetivos es evitar el riesgo de contagio, según publica AFP.

Los resultados de ambas investigaciones, una realizada en Canadá y la otra en Singapur, llegan a conclusiones similares. Según ellas, entre un 19% y 30% de las personas infectadas podrían ser contagiosas hasta ocho días después de la desaparición de la fiebre.

De los 43 enfermos infectados con el virus A H1N1 que fueron observados en un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública de Quebec (Canadá), ocho, es decir un 19%, aún tenían el virus vivo en las muestras rinofaríngeas.

El segundo estudio, realizado por el doctor David Lye del Hospital Tan Tock Seng de Singapur, entre 70 enfermos de gripe A H1N1, mostró que entre 20% y 30% aún eran portadores de virus vivientes y, por tanto, potencialmente contagiosos más allá de ocho días. En un grupo pequeño se constató que el contagio podía producirse incluso hasta 12 días después de desaparecida la fiebre.