Meditación zen reduce dolor
La meditación zen contribuye a aumentar el espesor del cerebro y en consecuencia, reduce la sensibilidad al dolor, según investigadores de la Universidad de Montreal.
Los investigador compararon el grosor de la corteza (la materia gris) de practicantes y no practicantes de meditación Zen, y descubrieron que esta antigua disciplina oriental podría fortalecer la región central del cerebro que regula el dolor, dijo el autor principal del estudio, el doctor Joshua A. Grant, de la cátedra de Fisiología de la Universidad de Montreal y del Instituto universitario de Geriatría de Montreal.
Los resultados publicados en la revista Emotion por la American Psychological Association corroboran las conclusiones de un estudio anterior efectuado por Grant bajo la dirección de Pierre Rainville, de la misma universidad.
Los científicos reclutaron 17 adeptos confesos de la meditación y 18 que no practicaban. Midieron su sensibilidad al dolor con la aplicación de una placa caliente en las pantorrillas y el registro por resonancia magnética nuclear estructural de su cerebro.
Según la resonancia, las regiones centrales del cerebro que regulan las emociones y el dolor eran significativamente más gruesas entre los seguidores de la meditación que entre los otros.
"Las dolorosas posturas de la meditación Zen podrían contribuir al incremento de la corteza y a una mejor tolerancia al dolor", estimó Joshua Grant.