Salud

Plombemia en Uruguay

Plombemia en Uruguay

La plombemia es una enfermedad curable que afecta a las personas que se exponen al plomo sin la protección adecuada.


Se detecta por análisis de sangre o en la realización de placas. No es una enfermedad menor ya que el plomo disminuye gradualmente el coeficiente intelectual de los niños, provoca graves problemas de aprendizaje, sordera, hiperactividad, problemas de crecimiento y hasta conductas violentas.

En los adultos, los daños son menores, pero no menos importantes porque el plomo se aloja en los huesos.

Actualmente el Ministerio de Vivienda y la Intendencia de Montevideo enfrentan una serie de demandas que superan los 12 millones de dólares, como indemnización por casos de plombemia.

El abogado Carlos Rosello lleva adelante varias causas en este sentido.

La plombemia lamentablemente no es un tema superado en Uruguay y los riesgos del plomo permanecen en nuestro país, como consecuencia de su constante uso, afectando nuestra sociedad y el medio ambiente.

Prueba de esto es la industrialización, el uso de las cañerías de plomo, la producción de pilas, baterías, sifones sanitarios, recubrimiento de cables, algunos productos para la curtiembre, y los materiales de fundición, entre otros.

En lo que respecta al control de los valores de plomo, muchos países disponen de una regulación en materia ambiental referida a contaminantes químicos en suelo.

Sin embargo, Uruguay no dispone de una normativa nacional que regule la concentración de éstos contaminantes, y utiliza parámetros internacionales.

Cabe destacar que los niveles máximos recomendados varían de país en país, hecho que debe corregirse a nivel mundial.

En relación a los valores de plomo en sangre, la plombemia es considerada en Uruguay hasta 40 miligramos por 100 gramos de sangre, de esa cifra hasta 80 miligramos estamos ante un caso de presaturnismo o "contaminación", mientras que a partir de los 80 miligramos de plomo, la enfermedad es conocida como saturnismo.

A nivel mundial el plomo también lleva años haciendo estragos.

Un análisis de ADN, realizado por científicos europeos a un cabello del compositor alemán Ludwig van Beethoven reveló que el músico murió por esta dolorosa enfermedad en el año 1827.

Incluso hay quienes intentan demostrar la hipótesis que la plombemia fue la causante de su sordera, probablemente resultado de su pasión por el pescado, contaminado con el plomo del río Danubio.

Si bien el problema de la intoxicación por plomo está generalmente ligado a situaciones de pobreza, no es un padecimiento exclusivo de las minorías étnicas o de bajos recursos. Los metales se encuentran naturalmente en diversas concentraciones de rocas y suelos.

En Uruguay, la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) y varias intendencias del país han detectado plomo en las zonas urbanas.
 
Sin los controles necesarios cualquier ciudadano puede resultar intoxicado.

Los expertos en el tema, sostienen que la evaluación de los problemas ambientales no es una actividad que pueda ser realizada en forma aislada, sino que requiere de una estructura interinstitucional e interdisciplinaria.
 
En Montevideo, el Laboratorio de Calidad Ambiental, dependiente de la Intendencia, realiza actualmente las evaluaciones ambientales de suelo de diferentes zonas del departamento para el estudio de situaciones de riesgo.
 
Este laboratorio, ubicado en Punta Carretas, evalúa la calidad ambiental, del agua, del aire, la contaminación química de suelos, y los residuos sólidos industriales y comerciales.
 
Su directora, Gabriela Seola, lleva adelante un programa especial que monitorea los asentamientos de Montevideo y explicó: "No todos los asentamientos están contaminados, que es un poco la idea que a veces uno encuentra y no es así. Sí encontramos en algunos casos, en algunos asentamientos puntos específicos que pueden estar afectados porque allí se realizan quemas de cables o se maneja inadecuadamente residuos que puedan contener metales o baterías de auto".
 

El sector más sensible es la infancia y sobre todo los menores que viven en los asentamientos, ya que muchas veces la pobreza agudiza todo tipo de patologías.

La Plombemia en nuestro país tuvo su punto más alto en el año 2001 en el barrio La Teja. Sin embargo la situación permanece y actualmente se conocen más casos en barrios como Carrasco, Malvín, Paso Molino, La Blanqueada y Pocitos.
 
Hace ya 10 años, se propuso relocalizar a las personas afectadas en La teja, por la plombemia, e indemnizarlas económicamente. Sin embargo la situación continúa.

En noviembre del año 2003, Ancap comenzó a producir naftas sin plomo, las cuales se pusieron a la venta en todo el país a partir de enero del año 2004.
 
Desde la Policlínica de la Plombemia, en el Hospital Pereira Rossell, se sostiene que la medida debe extenderse a la fabricación de pinturas, ya que estas son otra vía de contaminación.

Un estudio realizado en la Universidad de Cincinnati en Estados Unidos asegura que el plomo en sangre aumenta la criminalidad.

Carlos Pilo, integrante de la Comisión Vivir sin Plomo, dijo a El Espectador que las medidas tomadas hasta el momento no han sido suficientes, prueba de esto es el hecho que cada día aparecen más lugares contaminados con plomo, mercurio y cadmio.
 
El 90% de los niños que concurren a la Escuela número 212 de la Teja están afectados por el plomo.

"Muchos aquellos niños contaminados de aquel tiempo, por no haber sido atendidos y realojados y por las circunstancias sociales hoy son integrantes del Comcar. Una de las cosas que tiene el plomo es que lleva a convertirse en violenta", manifestó Pilo.

En lo que refiere al plomo durante el embarazo, investigaciones de la Organización Mundial de la Salud, indican que en mujeres embarazadas el plomo traspasa fácilmente las paredes de la placenta y la concentración en la sangre del recién nacido es similar o mayor al de la madre.

El bebé presentará irremediablemente una reducción de su inteligencia y un bajo peso al nacer, con el consecuente deterioro en la calidad de vida de las generaciones futuras.

Estamos ante un tóxico acumulativo que se elimina lentamente del organismo, llegando incluso a pasar 30 años, para que desaparezca de los huesos.

El plomo tomo notoriedad en nuestra sociedad a través de sus consecuencias en la salud humana, dejando en manifiesto la contaminación ambiental.

Varios expertos en el tema manejan como causas más notorias de esta contaminación, a la pobreza, el desempleo, la educación, y la falta de información.

Para revertir la situación, como medidas preventivas se puede tener en cuenta la reglamentación para el empleo y uso de materiales y equipos manufacturados en plomo implicados en los procesos de producción y elaboración de alimentos.