Faltan donantes de sangre
La donación voluntaria de sangre en Uruguay se encuentra por debajo de los estándares óptimos que indican las organizaciones internacionales de salud.
La mayoría del stock de los 79 bancos de sangre del país se nutre de aportes "exigidos" o "de reposición", que consiste en unidades cedidas por familiares o personas cercanas a quienes deben recibir transfusiones.
El 13 de junio de este año se celebró el Día Mundial del Donante de Sangre. Aquí en Uruguay se buscó incentivar la donación, pero no se vio un resultado positivo luego de esa fecha.
Por año, hay unas 100.000 donaciones de sangre en Uruguay. De ellas, el 10% es voluntaria, según dijo a El Espectador Ismael Rodríguez, profesor agregado de la Cátedra de Medicina Transfusional de la Facultad de Medicina.
A principios de 2005 las reservas de sangre disminuyeron drásticamente, pero desde ese período a la actualidad hubo una notoria mejora de la cantidad de stock.
En aquel entonces hubo que postergar algunas cirugías no urgentes, pero ese panorama ya quedó atrás. De todos modos, las autoridades quieren evitar que una situación similar ocurra nuevamente.
De las 100.000 personas que se presentan, se extraen 81.000 unidades para realizar trasfusiones. Estas unidades consisten en bolsas de 450 centímetros cúbicos de sangre que permiten producir distintos componentes, como plasma fresco, concentrado de plaquetas y crioprecipitado.
Rodríguez señaló que a los familiares de cada persona que necesita recibir sangre se les solicita que presenten donantes. Esto permite mantener una alta cantidad de reservas.
El especialista aseveró que la Organización Mundial de la Salud estima que es necesario el incremento de la cantidad actual de donantes voluntarios.
Se ha trabajado "con dificultades" para que ello ocurra, dijo Rodríguez, quien destacó que la mayoría de la sangre de los bancos proviene de los llamados donantes "exigidos" o "de reposición".
Algunos bancos trabajan con una amplia mayoría de donación voluntaria, como es el caso del hospital Pereira Rossell. A su entender, el modelo que aplica España desde hace 11 años es satisfactorio, y logró que el 81% de la sangre recolectada sea de aportes voluntarios.
Rodríguez indicó que "aproximadamente entre el 1% y el 2% de la población nacional son individuos que requieren de transfusiones, entre 30 y 60 mil personas por año. Existe un promedio que anda alrededor del 2.5 unidades per per. Lo ideal a nivel poblacional es que un 3,5% o un 4,5% de la población done, estaríamos hablando de 130 ó 140 mil donaciones, con las que tendríamos una autosuficiencia en sangre plasmatizada prácticamente del 100%, a no ser en los períodos estacionales, como los períodos de vacaciones, las fiestas tradicionales, en los cuales la cantidad de donantes merma significativamente".
El profesor agregado de la Cátedra de Medicina Transfusional dijo que en los últimos ocho años hubo un "pico" de aporte . Se llegó a los 140.000 donantes entre voluntarios y "exigidos".
Con la internalización de las normas del Mercosur, a través de un decreto firmado en el 2000 por el ex presidente Jorge Batlle, se estableció que la donación debe ser "voluntaria y altruista". Esto provocó una caída en el 40% en el número de donantes, según Rodríguez.
Rodríguez reiteró que en Uruguay hay 100.000 donantes de sangre, pero la donación voluntaria es del 10%.
Hay clubes de donantes en el país, pero la definición de la Organización Mundial de la Salud señala que la donación es voluntaria cuando no hay una retribución luego del acto. Estos clubes entregan un cheque o un crédito a quien haya hecho una extracción.
Para Rodríguez, en las actuales condiciones, Uruguay no puede elevar el número de donantes voluntarios. Concibe que, "porcentualmente, lo ideal sería ir subiendo, por lo menos, un 10% a 15% por año, lo cual realmente, dada la condición actual y las circunstancias que vemos no creemos que pueda ser posible por el momento. Hay que trabajar a distintos niveles en la educación, y si para eso hay que hacer una inversión y una verdadera campaña publicitaria sostenida en el tiempo que permita una verdadera concientización de la población. Elemento que en el momento actual no tenemos".
Uno de los requisitos para donar sangre es que el interesado debe llevar la cédula de identidad y tener entre 18 y 65 años, pesando más de 50 kilos.
Asimismo, se pide un buen estado de salud. Si cree que pudo estar expuesto al virus de la hepatitis o VIH, se le pedirá que no done.
Los responsables de los bancos de sangre y del Servicio Nacional de Sangre recomiendan dejar pasar entre cada donación un período de tres meses para los hombres y de cuatro meses para las mujeres.
Quien dona no debe tener fiebre o estar resfriado. Debe haber descansado por lo menos seis horas la noche anterior. También se recomienda dejar pasar un par de horas si debe manejar un vehículo.
Las mujeres no deberían donar si están embarazadas. Luego del parto, se aconseja dejar pasar tantos meses como haya durado el embarazo. Tampoco se recomienda hacerlo en período de lactancia.
Se sugiere que el interesado en donar cene normalmente la noche anterior a la donación, aunque no debe ingerir alcohol. En la mañana del día que vaya a donar se recomienda desayunar con líquidos azucarados, sin leche, tostadas y dulces o mermeladas. No hay inconvenientes con el mate ni las gaseosas.
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