Sociedad

Asfixia autoerótica: peligrosa actividad sexual

Asfixia autoerótica: peligrosa actividad sexual

Mientras a nivel policial sigue creciendo con fuerza la hipótesis de que el secretario de comercio de Argentina, Iván Heyn, puede haber fallecido a raíz de un caso de hipoxifilia, conocida popularmente como asfixia autoerótica, El Espectador dialogó con el sexólogo Carlos Chans, quien explicó las características de esta peligrosa actividad sexual.

Según expresó Chans, se trata de "una práctica sexual de la cual no existen demasiados trabajos académicos pero que ocurre con bastante asiduidad".

El concepto en el que se basa la hipoxifilia "parte de la base de que por la falta de oxigeno la persona tendrá más intensidad en el orgasmo y en la erección, o en el caso de la mujer también en el clítoris".

Esta asfixia "hace que la experiencia sexual sea más placentera pero significa también correr un riesgo", sostuvo Chans al tiempo que agregó: "es una cuestión fisiológica. La falta de oxigeno provoca la liberación de endorfinas que hace que las sensaciones sean más intensas y produce también un estado casi narcótico por el cual se puede perder cierto nivel de control que favorece la experiencia sexual".

La práctica de la asfixia autoerótica "tiene diversos grados", hay quienes la practican siempre y están los que en diversas ocasiones la desarrollan. Pero "como en todas las practicas hay niveles y riesgos. Si es un grado extremo como éste, que pone en riesgo la vida, podría considerarse algo no sano. Pero como puede ser parte de la vida erótica de mucha gente es un tema por el cual en realidad se debería consultar más de lo que se consulta a los especialistas".

"El estrangulamiento tiene un componente que está más presente en la práctica de parejas, por ejemplo, y hace a un juego de sumisión propio del sexo. En la asfixia autoerótica la persona que se estrangula, se cuelga de un cinturón y hay veces que pierde el control y ya no puede volver atrás, eso es lo peligroso", manifestó el especialista.

El caso más reciente y conocido fue el del actor David Carradine, conocido por sus películas de artes marciales y su papel de Kung Fu. "Yo en particular no he visto muchos casos pero si he tenido personas que tienen dentro de su gama de prácticas algo de esto. Generalmente las personas no consultan por este tema porque o hay vergüenza o no lo sienten directamente como una práctica a consultar", concluyó Chans.

Foto: Flickr.com