Da Vinci: "una dimensión distinta a la cirugía abierta"
En diálogo con En Perspectiva el Jefe de la Unidad de Cirugía Robótica del Hospital Británico, Dr. Gustavo Malfatto, explicó el funcionamiento del robot Da Vinci, en ese Hospital, el cual se dedica a "realizar una cirugía laparoscópica, que se hace asistida por un sistema". Al respecto agregó que con este nuevo sistema "se abre una dimensión distinta a la cirugía abierta tradicional".
"Hablar de un robot como Da Vinci es una simplificación de lo que es cirugía laparoscópica robot asistida. El robot es manejado por una persona y tiene tantos mecanismos de seguridad que basta con que el cirujano que mira por una pantalla deje de hacerlo y el equipo queda detenido. Todos los movimientos están guiados por el cirujano. Es un equipo dependiente del arte del cirujano que lo maneja. El cirujano opera remotamente, esta ubicado a un metro y medio del paciente", explicó Malfatto.
El sistema ha tenido varias experiencias previas, "se han realizado cirugías cardíacas robot asistidas estando el paciente en París y el cirujano en Houston. En particular nosotros vimos la primer intervención quirúrgica formal en humanos que se hizo en setiembre de 2010, la hicieron urólogos en Alemania", recordó el titular de la Unidad de Cirugía Robótica del Hospital Británico.
A nivel técnico, Malfatto explicó que Da Vinci tiene instrumentos que "pueden moverse como la mano pero en un ángulo de hasta 270º, o sea es una movilidad completa en casi todos los sentidos, eso con un instrumento que mide cinco o seis milímetros que es la parte operativa que queda dentro del abdomen, con una visión tridimensional que nos permite estar adentro del abdomen al lado del orden que vamos a operar estando a dos metros de distancia, pudiendo ver mejor con la cámara que con los propios ojos del cirujano muchas veces. El aumento de la cámara es de entre 10 y 12 veces la visión real y, a veces, puede llegar a 20 pero perdiendo un poco de definición".
Interrogado sobre las ventajas de Da Vinci, el Dr. Malfatto manifestó que "son varias". "Una es clara, trabajando con instrumental de alta movilidad y precisión como éste, el equipo filtra los temblores naturales en el pulso del cirujano. Eso permite manejarse con firmeza y seguridad entre los tejidos".
Además "marca claros cambios en lo que refiere a la cirugía tradicional. Acá hablamos de un abordaje de cuatro o seis orificios del tamaño del diámetro de un lápiz versus el tajo de la cirugía abierta. Los sangrados en términos generales son mínimos" y "el post operatorio prácticamente no tiene dolores, es más confortable, el paciente se levanta rápidamente, en general al segundo o al tercer día ya está en sus casas con molestias mínimas".
Da Vinci "abre una dimensión distinta respecto a la cirugía abierta, lo cual no quiere decir que desde el punto de vista de los resultados quirúrgicos el robot marque un hecho trascendente desde el punto de vista de los resultados, por ejemplo, oncológicos. Un paciente muy bien operado por cirugía abierta o con cirugía robótica tiene las mismas chances casi de curar su cáncer".
Consultado sobre los costos que tiene para el paciente el operarse con esta nueva tecnología, Malfatti respondió: "sin duda aún la robótica es una cirugía de alto costo por el mantenimiento del equipo. Por el costo real de los instrumentos. En EEUU, por ejemplo, los costos de la robótica hace dos años eran cinco o seis veces más altos que hoy. Como todas las cosas a medida que la técnica se populariza, bajan los costos. Es todavía una cirugía costosa".
A fines de 2011 el Hospital Británico incorporó el "Equipo de Cirugía Robótica Da Vinci", una tecnología revolucionaria que facilita la realización de algunas cirugías que requieren un alto grado de precisión.
En aquel momento se concretaron tres intervenciones con este aparato. Pero al poco tiempo el Ministerio de Salud Pública cuestionó que el Hospital Británico lo hubiera puesto en funcionamiento sin que el Poder Ejecutivo lo autorizara previamente.
Fueron varios meses de controversia, no sólo entre el ministerio y la institución: el tema también se discutió fuerte en el sistema político. Finalmente, el 25 de abril pasado el MSP concedió el permiso, aunque con dos condiciones: que el robot esté disponible para ASSE y otras mutualistas, y que en base a él se organice un programa de formación en cirugía robótica destinado a profesionales y coordinado por la Facultad de Medicina de la Universidad de la República.