La Pertussis o tos convulsa es una enfermedad del tracto respiratorio altamente contagiosa, causada por la bacteria Bordetella pertussis. Esta enfermedad es considerada actualmente como la tercera causa de muerte provocada por enfermedades prevenibles a través de la vacunación.

Se estima que anualmente en el mundo se presentan 16 millones de casos y ocurren más de 200 mil muertes relacionadas con esta enfermedad. En el 75% de los casos registrados en infantes, el contagio es provocado por sus padres o personas de contacto primario del bebé. Las vacunas anti tos convulsa tienen una efectividad que oscila entre el 80% y el 90%.

Más del 50% de los niños que adquieren tos convulsa deben ser hospitalizados y el 4% de los bebés que contraen la tos convulsa fallece.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde principios de la década se registró un incremento del 90% en la incidencia de la tos convulsa en América Latina. La OMS reportaba 11 mil casos por año en nuestro continente, y ya en 2010 aumentó a 30 mil casos.  Entre 2009 y 2010 hubo un incremento de más de 300% en el número de casos reportados en los países de América Latina.

La OMS y en Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) son enfáticos al afirmar que la mejor medida para evitar el contagio de la enfermedad es la inmunización masiva de la población con vacunas.

Sin embargo las vacunas contra pertussis solo pueden ser administradas a partir de las 8 semanas de vida y la aplicación de las tres dosis se completa a los 6 meses de edad. En consecuencia, los neonatos y los lactantes se encuentran desprotegidos contra la patología y son susceptibles de adquirirla a través del contacto con sus padres, hermanos, cuidadores o profesionales de la salud, si estos no han recibido un refuerzo que garantice su inmunidad (el efecto protector permanece alrededor de 10 años).

En algunos países se han desarrollado estrategias de protección que consisten en vacunar a los adolescentes, madres y padres de recién nacidos y a sus contactos cercanos para evitar que se enfermen y propaguen la bacteria a los recién nacidos, poniendo en riesgo sus vidas