El SAQ critica que "todos" los aspectos del gerenciamiento de las Residencias Médicas serían entregados al Poder Ejecutivo, "de modo que las principales decisiones de algo estrictamente técnico", no se tomarían por "los únicos organismos capacitados", las Facultades de Medicina.

En su comunicado el SAQ afirma tener "dudas sobre las intenciones del proyecto" y acusa al proyecto de ley de venir a "eludir las responsabilidades de una deficiente administración y gerenciamiento del actual sistema sanitario". Según el sindicato de anestésico quirúrgicos "casi todas las dificultades verdaderamente existentes son generadas por la incapacidad gerencial se manifiestan en su inmensa mayoría en la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), y en nada se resolverían con este proyecto".

El SAQ rechaza la pretención del proyecto de que aumente el número de especialistas "¿Más especialistas? ¿Cuántos lograrán vivir de su profesión? No es ético engañar a los jóvenes formando más profesionales de los que se necesitan y pueden trabajar"", afirma el SAQ aportando cifras de ‘Human Resources for Health 2011’ en los que Uruguay aparece como el 17º país del mundo en cantidad de médicos por habitantes, y el segundo de América Latina. Uruguay tiene 3,74 médicos por cada 1.000 habitantes, más que Francia (3,5), Alemania (3,53), Italia (3,49), España (3,65), Japón (2,14), Inglaterra (3,62) o EEUU (2,42).

El Poder Ejecutivo "no cree ni confía en la capacidad de autogestión" de la Universidad. Y lamenta que la Universidad "cede resignada o graciosamente" ante este y los futuros ejecutivos, entiende el SAQ,

"Los universitarios deberíamos definir como inadmisible este intento de intromisión política en la Autonomía", afirman. Su principal temor –dicen- es la cuestión de "la calidad técnica" que deben tener los especialistas. "Es muy claro que este Proyecto quita la formación profesional de su ámbito natural, que son las estructuras académicas". De acuerdo al Proyecto los especialistas se formarían en cualquier ámbito sanitario, y formados por cualquier profesional, sin las exigencias que la propia Facultad de Medicina requiere a sus docentes.

"No podemos permitir que descienda el nivel en la calidad de nuestra profesión, porque de ello depende la salud de la Comunidad", dicen antes de afirmar que además "el exceso de especialistas lleva a que cada uno realice un número menor de los actos que son necesarios para mantenerse mínimamente entrenado". "Creemos, con total honestidad y preocupación, que la aprobación de este proyecto como está, además de violar la Autonomía Universitaria implicaría un alarmante retroceso de la Medicina Nacional y terminaría poniendo en muy serio riesgo la Salud de la Población", finaliza el comunicado.