La ingesta de hamburguesas, papas fritas, dulces, fiambres y gaseosas azucaradas, entre otros alimentos y sumado al sedentarismo al que invitan las pantallas: el celular, la televisión, la Play, el iPad, ha sido la base para el avance a pasos agigantados de la diabetes.

Las luces de alarma están encendidas en los sistemas sanitarios de todo el mundo, donde hay más de 62 millones de personas con diabetes, según cifras de 2011 de la Organización Mundial de la Salud.

Esta  patología ya es una de las principales causas de muerte y discapacidad en la región y el pronóstico es altamente preocupante. Un informe del diario Clarín indica que si la tendencia se mantiene, en 2030 habrá casi 30 millones de enfermos más, lo que supone un salto del 50% en menos de 20 años.

La diabetes es una enfermedad crónica, no transmisible, que se caracteriza por niveles elevados de azúcar en sangre. Nueve de cada diez pacientes padecen el tipo 2, es decir que son resistentes a la insulina o la producen en forma inadecuada, antes también conocida como "del adulto" porque hasta hace unos años diagnosticarla en un menor de 40 era un hecho inusual. Pero hoy ya no lo es.

Diario Clarín