Las cifras "son alentadoras" porque anteriormente el consumo de tabaco entre los uruguayos "se iniciaba fundamentalmente" en los menores de 18 años, agregó la ministra, que encabezó en el Parlamento un acto por el Día Mundial sin Tabaco.

La caída en el consumo de cigarrillos por parte de los jóvenes uruguayos "muestra que las nuevas generaciones tienen crítica y son responsables" en con cuidado de su salud, destacó.

Muñiz señaló que el 20% de los 3,3 millones de habitantes que tiene el país "todavía fuma" pese a la fuerte política antitabaco que inició Uruguay durante el Gobierno del presidente Tabaré Vázquez (2005-2010), oncólogo de profesión, y que se continúa en la administración de José Mujica, ambos de la coalición de izquierda Frente Amplio.

El objetivo de las actuales políticas públicas de salud es que ese porcentaje "siga bajando", agregó la ministra.

El director del Programa de Control de Tabaco del Ministerio de Salud Pública (MSP), Winston Abascal, destacó que la prohibición de fumar en ambientes cerrados aprobada por la anterior administración "impactó positivamente" a nivel "ambiental, económico y sanitario".

En lo ambiental, la contaminación de nicotina en los lugares cerrados disminuyó 91%, y en lo económico, "se logró demostrar" que pese a la prohibición de consumo de tabaco en el interior de discotecas, casinos, restaurantes y otros comercios "no bajó la concurrencia" de usuarios.

Y en lo sanitario, bajó 22% el número de ataques cardíacos relacionados con el consumo de tabaco, agregó Abascal.

El proyecto de ley que estudia el Parlamento tiene por iniciativa la "prohibición total" de publicidad sobre tabaco y cigarrillos, el uso de logos, marcas o productos de tipo golosinas pero con forma de cigarrillos y la publicidad de juguetes con forma de productos de tabaco.

En caso de que el proyecto sea aprobado, en los lugares donde se vendan cigarrillos "únicamente se podrá colocar un listado con el precio de las distintas marcas", señaló Muñiz.

El Estado uruguayo enfrenta un juicio por parte de la tabacalera Philip Morris iniciado en 2010 ante un tribunal de arbitraje del Banco Mundial.

El motivo de la demanda fueron medidas aprobadas durante el Gobierno de Vázquez, entre ellas un alza de los impuestos al tabaco, prohibir productos etiquetados como "light" o suave y exigir que el 80% de la superficie de las cajas de cigarrillos esté dedicado a las advertencias sobre lo perjudicial que resulta para la salud el fumar.

Fuente: EFE.