Premio Nacional de Medicina a doctores Gutiérrez y Quian
La Academia Nacional de Medicina resolvió otorgar el Gran Premio Nacional a los doctores Stella Gutiérrez y Jorge Quian, responsables del Centro Nacional Obstétrico- Pediátrico VIH SIDA del Hospital Pereira Rossell. El reconocimiento fue consecuencia de los logros alcanzados a través de 23 años de investigación para prevenir y tratar la transmisión materno infantil de la enfermedad.
Ambos profesionales iniciaron allí sus investigaciones en 1990, cuando solo existía un tipo de antirretroviral para intentar combatir una dolencia que era prácticamente desconocida en los niños. Desde entonces, la ciencia avanzó en el desarrollo de nuevos diagnósticos y tratamientos y ambos médicos trabajaron sin descanso para aplicar todos los métodos disponibles en la lucha contra la dolencia.
Gutiérrez, jefa del Servicio de Pediatría de Casmu, indicó que "con el tratamiento adecuado a las madres se puede reducir la transmisión vertical de la enfermedad a un porcentaje que oscila entre el 1% al 2% Antes la posibilidad oscilaba entre el 30% y el 50%. Esto habla de los nuevos tratamientos y también de los esfuerzos para prevenir y tratar la situación a tiempo".
En la actualidad, el Centro VIH SIDA atiende a 160 niños y adolescentes infectados, la mayoría usuarios de salud pública. La institución incorporó a un médico de adultos para tratar a pacientes de entre 15 y 18 años, y se trabaja para ampliar la consulta a las madres, que muchas veces llevan a sus hijos pero no se tratan.
"Nuestra experiencia indica que en el caso de los niños, el 95% de los contagios se produce por transmisión vertical desde la madre. Por eso nos resulta fundamental llegar a tiempo al diagnóstico y evitar la transmisión. Para poder dar respuesta inmediata al tratamiento, en el año 2000 pusimos en funcionamiento el Test Rápido de Diagnóstico en la Maternidad del Pereira Rossell, para intentar captar a las mamás sin control adecuado de su embarazo y por lo tanto sin diagnóstico. Eso nos permitió actuar con mayor celeridad y seguir evitando infecciones en los niños", explicó Gutiérrez.
Desde aquel comienzo, el equipo del Centro VIH SIDA ha incorporado en forma progresiva a diversos profesionales del equipo de salud, ginecólogo, pediatra, psicólogo, psiquiatra, nutricionista, odontólogo, educador comunitario, asistente social y enfermeros que han puesto su esfuerzo para reducir la transmisión materno infantil de la enfermedad. En la actualidad hay once profesionales que atienden a los niños afectados que son derivados de todo el país.
"La historia de la Policlínica es la historia de la enfermedad en el Uruguay. Todavía tenemos a muchos chiquilines de la vieja época de los 90, cuando los tratamientos no tenían la eficacia actual pero también atendemos casos nuevos, hijos de mujeres a las que no se les pudo hacer por alguna razón el diagnóstico a tiempo. Para nosotros es fundamental que se entienda la necesidad de hacer el tratamiento a tiempo lo cual exige un diagnóstico oportuno para evitar que un niño se infecte por el VIH. Para los casos en que la prevención falla, la realidad hoy para los niños infectados por el VIH que se tratan en forma adecuada con 3 antiretrovirales, difiere completamente a lo que ocurría hace 20 años. Ellos viven como cualquier persona y pueden tener una existencia completamente normal", concluyó la experta.