Repelente que hace invisible a los humanos de los mosquitos
Científicos descubrieron una sustancia que se encuentra naturalmente en la piel humana y que puede impedir que los mosquitos "huelan" a sus víctimas. El acierto, descrito en la reunión nacional de la Sociedad Americana de Química podría ayudar a conseguir una especie de "capa de invisibilidad" contra estos insectos que transiten enfermedades como el dengue, la malaria y hasta un tipo raro de encefalitis.
"Los repelentes han sido el pilar para la prevención de las picaduras de mosquitos", dice Ulrich Bernier, el autor del estudio.
"El repelente más utilizado, DEET, es muy eficaz y ha estado en uso durante mucho tiempo. Sin embargo, a algunas personas no les gusta la sensación o el olor de DEET. Estamos explorando un enfoque diferente, con sustancias que afecten al sentido del olfato del mosquito. Si un mosquito no puede sentir que la cena está lista, no zumbará, no se posará y no morderá", agregó.
El olor de una persona, de acuerdo a Bernier, proviene de cientos de compuestos en la piel, muchos emitidos a través del sudor y otros producidos por bacterias. Para identificar cuál de estos atraen a los mosquitos, el investigador y su equipo utilizó una jaula de mosquitos especial dividida por una pantalla. Se fumigaron diversas sustancias en un lado de la jaula, y se documentan los efectos en la atracción de los mosquitos.
Algunos compuestos, como el ácido láctico, un componente común del sudor humano. se mostraron como claros señuelos para los mosquitos, dirigiendo al 90% de ellos hacia la pantalla. Con otros compuestos, sin embargo, muchos de los mosquitos ni siquiera iniciaban el vuelo o parecían confundidos.
"Si pones la mano en la jaula de los mosquitos en la que se habían rociado algunos de estos inhibidores, casi todos simplemente se posaban en la pared del fondo y ni siquiera reconocían que la mano estaba ahí. Los llamamos anosmia o hiposmia, la incapacidad para detectar olores o una disminución de la capacidad de detectar olores", expone Bernier .
Un grupo de compuestos químicos bloquea el sentido del olfato de los mosquitos. Esto puede ayudar a explicar por qué los mosquitos vuelan hacia algunas personas pero no hacen caso a otras.
El desafío ahora es producir artificialmente estos compuestos a gran escala.