Donación: nueva ley reducirá "tiempos y lista de espera"
En diálogo con En Perspectiva, la directora del Instituto Nacional de Donación y Transplante de Células, Tejidos y Órganos (INDT), Inés Álvarez, expresó que el cambio en la legislación vigente (por el cual, desde ahora, todos los mayores de edad son considerados donantes de manera tácita, salvo que se exprese lo contrario) tiene valor "si la población se convence de que esto es una buena decisión y todo el sistema de salud lo asume y se apropia de esta nueva situación".
Desde ahora, todos los uruguayos mayores de edad, al morir, son considerados donantes de órganos, salvo que hayan expresado por escrito su voluntad en sentido contrario. Así lo establece la nueva ley de donación y trasplantes de órganos y tejidos, que entró en vigor el sábado pasado.
La nueva normativa surgió a partir de un proyecto presentado por legisladores de todos los sectores políticos. No obstante, generó un durísimo debate parlamentario, que no hizo sino reflejar las distintas visiones que existen en la sociedad sobre un tema tan sensible como éste.
Hay quienes sostienen que la solidaridad debe ser un acto consciente, voluntario y expreso, y no el fruto de una imposición dispuesta por la ley. De todos modos, las mayorías se pronunciaron y nuestro país adoptó una fórmula que ya tiene varios antecedentes en el mundo y la región (Argentina, Brasil, Chile, Ecuador y Venezuela).
Interrogada sobre cuál es el objetivo de este cambio en la normativa vigente, la directora del INDT expresó que la idea es "disminuir los tiempos y la lista de espera de los pacientes que aguardan un órgano, tejido o célula para mejorar la calidad de vida. La idea es poder generar una herramienta terapéutica en mayor cantidad para que no mueran más pacientes en lista de espera".
Consultada sobre cuántos pacientes componen la lista de espera, Álvarez respondió: "Es muy dinámica pero podría decirle que estamos en los mil pacientes que esperan un órgano o tejido. Hay 430 aguardando por un transplante renal, 18 para uno hepático, 26 esperando transplante cardíaco, seis pulmonar, más de 20 páncreas y más de 400 una córnea para poder ver".
Hoy en día, de acuerdo al relevamiento más nuevo, hecho en base a los últimos cuatro años, la cantidad de fallecidos por no llegar a recibir el transplante "varía entre el 2,8% y el 3,2% de los pacientes totales. Es una cifra muy importante".
La cantidad de donantes actuales "no son suficientes para la demanda que tenemos y que sabemos será creciente porque la demografía marca que cada vez vivimos más y tenemos mas chances de tener insuficiencias funcionales", agregó.
En 2003 hubo "un cambio sustancial" a la ley original en la materia, que data de 1971. Este cambio implicó que "si bien se respetaba el concepto de que todo aquel que no quería donar se lo respetaba como no donante, si se trataba de una muerte judicializada que ameritaba pericia forense, en ese momento la persona se convertía en donante por ley. Se consideraba donante de hecho a los fallecidos en accidentes o que requieran intervención forense y que su voluntad no se conociera".
Con estas nuevas reglas "se avanza porque todo mayor de edad que no se haya expresado su decisión de no donar se presumirá que ha consentido la donación", comentó Álvarez.
En realidad, entiende la titular del INDT, "lo que genera la mayor cantidad de donantes no es la figura legal sino que la población se convenza de que esto es una buena decisión, que todo el Sistema Integrado de Salud asuma y se apropie de esta nueva situación y que al correr de un tiempo evaluemos nuestros propios resultados y que se le diga a la gente que este cambio legislativo y modificación de gestión generó mayor cantidad de pacientes transplantados", sentenció.
La transcripción de esta entrevista estará disponible en las próximas horas aquí.