Displasia en animales genera dolor de forma progresiva
La displasia, ubicada a la altura de la cadera y el fémur, es una patología que genera movimientos anormales y dolor de forma progresiva, lo cual conlleva a la generación de artrosis en esa zona.
Este tipo de problemas afecta a razas caninas grandes o a animales de gran porte en las que hay un aumento de peso y volumen corporal en un esqueleto inmaduro y a la vez con mineralización y calcificación tardías.
La edad de presentación de esta patología puede variar, pero ronda entre los tres meses a los tres años.
Las causas que inciden en esta inestabilidad ósea, radican en un desarrollo muy rápido por parte del animal, el sobrepeso, el excesivo ejercicio durante el crecimiento son orígenes muy comunes en esta enfermedad.
Otro factor que aumenta la velocidad de esta patología de deterioro es la alimentación, debido a que, si es inadecuada habrá más probabilidad de cambios fenotípicos adversos, llegando al caso en que el animal no pueda correr o incluso andar.
Fernando García para El Espectador consultó al cirujano veterinario Dr. Daniel Ricci de la clínica La Hacienda en lo que se refiere al tratamiento de esta enfermedad.
El tratamiento médico se basa en equilibrar todos esos desequilibrios nutricionales, de sobrepeso o de excesivo ejercicio, los fármacos pueden ayudar a enlentecer a la evolución de la osteoartritis o de la enfermedad crónica degenerativa articular.
Los síntomas más comunes en la displasia de cadera en animales se manifiestan con dolor y debilidad en las patas traseras sumándose también al hecho de que no puedan subir a un sillón o cama.
Para diagnosticar esta patología, el profesional deberá realizar una serie de exámenes, los cuales son determinantes para saber si el animal sufre o no dicha afección.
Como método de prevención es importante que al adquirir el cachorro se solicite un certificado oficial de que tanto los padres como los abuelos están libres de la enfermedad.
No obstante, el que los padres estén libres de displasia no implica necesariamente que su descendencia no la desarrolle, pues es una enfermedad genética.
Otras consideraciones son evitar el sobrepeso durante el crecimiento, no someter al cachorro a ejercicio excesivo, proporcionar al animal una dieta balanceada y evitar que estén en suelos donde pueda resbalarse.
Cuando se habla de displasia de cadera en animales, son la cadera y el fémur las zonas del cuerpo más comúnmente afectadas y las que generan mayor limitación motora. Una rápida consulta con un profesional puede evitar consecuencias futuras.