El experto en asuntos relativos a las condiciones de empleo de la OIT Jon Messenger, subrayó que el costo de largas horas de trabajo es asombroso en términos de las enfermedades que causa: cardiovasculares, problemas gastrointestinales y reproductivos, infecciones crónicas y problemas de salud mental, que pueden llevar incluso a la muerte.

Argumentó, por su parte, que una semana laboral más corta podría crear más empleos y de mejor calidad y cita como ejemplo la experiencia de Alemania y Corea, que redujeron la cantidad de horas de trabajo en vez de despedir a empleados en tiempos de crisis económica.

Otra razón esgrimida se refiere a la creencia de que cuanto más se trabaja más se produce. El experto dice que menos horas de trabajo ha demostrado que aumenta la motivación, disminuyen el absentismo y reducen el riesgo de errores y accidentes.

Las dos últimas justificaciones para una jornada laboral de cuatro días se basan en los beneficios que eso tendría para el medio ambiente, al reducir la huella del carbono.

Además, aludió al hecho de que hace más felices a las personas, pues aquellas que trabajan demasiado tienen más conflictos, especialmente en el hogar, producto del estrés y la ansiedad.