Se llama Vincent

Nace el primer bebé de una mujer con útero trasplantado

En Suecia una mujer dio a luz luego de haber recibido un trasplante de útero. El acontecimiento fue el 4 de setiembre en hospital Universitario Sahlgrenska de Gotemburgo, La noticia la daría la semana que viene revista médica The Lancet, el diario británico se le adelantó The Daily Telegraph.

El nombre del primer niño nacido de una mujer con el útero transplantado sólo podía llamarse de una forma: Vincent, que significa "conquistar", según su madre.

La mujer, quien pidió no revelar su nombre, es una suiza de 36 años que a los 15 años se enteró que a los 15 que nació sin útero y quedó devastada.

Estaba terriblemente triste cuando los doctores me dijeron que nunca iba a poder tener un hijo propio", dijo en entrevista. Ella pidió que no se revelara su nombre.

Más de una década después, se enteró de la investigación encabezada por el doctor Mats Brannstrom, un profesor de obstetricia y ginecólogo de la Universidad de Gotemburgo, sobre trasplantes de úteros. Ella inmediatamente se inscribió.

"Las matemáticas nos decían que no había garantías, pero mi pareja y yo decidimos arriesgarnos y pensamos que era la idea perfecta", relata.

La madre de la mujer quiso ser donante, pero no era compatible. En su lugar, recibió el útero de una amiga de la familia, de 61 años, que tuvo dos hijos.

La donadora ahora es la abuela de Vincent.

"Ella es una persona increíble y siempre estará en nuestras vidas. Además tiene una conexión muy especial con mi hijo", expresó la nueva mamá.

El doctor Brannstrom dijo que es una sensación increíble saber que su investigación llevara al nacimiento de Vincent.

Este logro abre una alternativa nueva y todavía experimental para miles de mujeres que no han podido tener hijos porque perdieron el útero o nacieron sin él. Antes de que este concepto fuera demostrado, algunos expertos dudaban de que una matriz trasplantada pudiera nutrir al feto, sin hablar de los riesgos de la cirugía en sí.

Pero para los orgullosos padres, los años de investigación y experimentación bien valieron la espera.

El crecimiento y flujo sanguíneo del bebé fueron normales hasta la semana 31 de la gestación, cuando la mamá comenzó a desarrollar preclamsia, una peligrosa condición de hipertensión que da a algunas embarazadas.

El bebé nació por cesárea y nació pesando 1.8 kilos , algo normal su etapa gestacional. Un embarazo llevado a término es de unas 40 semanas.

"Antes de todos los trasplantes obtuvimos ovocitos de las pacientes, los fecundamos con espermatozoides de sus parejas y congelamos los embriones [pese a no tener útero, la función ovárica no estaba alterada, es independiente]", contó uno de los médicos que participaron.

"Siempre transferimos un único embrión ante el riesgo que supondría un embarazo gemelar. En este caso, a pesar de unos pequeños problemas de rechazo que surgieron y fuimos controlando antes de embarazo, la gestación evolucionó bien y todos los controles fueron satisfactorios hasta cinco días después de la semana 31, en la que se detectó una preeclampsia, una hipertensión arterial ligada al embarazo. Entonces se practicó una cesárea urgente y nació el niño en perfecto estado".