Actividad física, una alternativa para evitar la diabetes
En momentos en que la diabetes tipo 2 ha alcanzado proporciones epidémicas en todo el mundo y se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y muerte prematura, la actividad física y una dieta balanceada han demostrado ser herramientas muy útiles para prevenir la progresión a la diabetes tipo 2 en pacientes con alto riesgo
Así se establece en el ensayo titulado "El ejercicio es medicina"; publicado por un grupo de expertos en la prestigiada US Endocrinology, en el que también se establece que la actividad física reduce sustancialmente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, además existe una fuerte evidencia que sugiere una relación inversa entre la actividad física y la mortalidad en pacientes con diabetes tipo 2.
"Lo importante es que las personas obesas que realizan alguna actividad física al menos moderadamente tienen un menor riesgo de mortalidad que los que son de peso normal, pero no realizan ninguna actividad";, establece el artículo.
Evidencia encontrada en diversos análisis demuestra que el ejercicio mejora el control glucémico en la diabetes tipo 2, además de que el ejercicio aeróbico combinado con ejercicio de fuerza o de resistencia, mejoran la salud en todos los sentidos.
Por ello, los expertos recomiendan que las estrategias de salud pública deben enfocarse en promover la actividad física no sólo de forma preventiva, sino como tratamiento para reducir el riesgo de muerte prematura.
"Cualquier plan para hacer frente a la epidemia mundial de la diabetes tipo 2 debe dar mayor atención a la actividad física y cómo ésta puede revertir el riesgo en la población general";, recomiendan los expertos.
Una baja actividad física y alto nivel de obesidad están asociados con un mal control glucémico y mayor riesgo de mortalidad cardiovascular en personas con diabetes tipo 2.
Es imperativo que las personas con diabetes tipo 2 o que tienen factores de riesgo para desarrollarla comprendan los riesgos de una vida sedentaria y la importancia de aumentar la actividad física. También es importante que los médicos y los sistemas de salud hagan un compromiso de modificar conductas de actividad física en sus pacientes, concluye el estudio.