(emitido a las 7.50 hs.)

EMILIANO COTELO:
Casa de Galicia anunció que a partir del 1° de diciembre los médicos mayores de 65 años de edad deberán jubilarse o de lo contrario serán despedidos. Además, la mutualista prevé medidas similares para funcionarios no médicos. También está previsto aplicar una reducción salarial a los funcionarios que mantengan sus puestos de trabajo.

Para el Sindicato Médico del Uruguay (SMU), la situación obedece a la mala gestión que la dirección de esta mutualista ha llevado adelante en los últimos tiempos. La gremial se expresó ayer a través de un comunicado sobre el cual queremos consultar ahora, y por eso estamos en comunicación con su presidente, el doctor Julio Trostchansky.

ROMINA ANDRIOLI:
¿Cuál es la situación económica y financiera que ustedes, desde el SMU, tienen detectada en Casa de Galicia? Porque no es la primera vez que esta institución enfrenta este tipo de problemas.

JULIO TROSTCHANSKY:
Exactamente, es una institución que ha tenido a lo largo de su historia múltiples problemas de conducción y gestión, y que en varias oportunidades requirió del apoyo médico y no médico y también de dineros externos, como la ayuda de la propia Xunta de Galicia y otros aportes que han naufragado en una incorrecta administración y mala gestión. Hace un año ya que desde el SMU advertimos esa situación, cuando realizamos un análisis de la situación económico-financiera de todas las instituciones mutuales de nuestro país, y poníamos en duda la viabilidad institucional de Casa de Galicia. En ese momento sus autoridades, que son las mismas que hoy plantean este tipo de medidas, desmintieron ese análisis que habíamos hecho nosotros, incluso a través de solicitadas en la prensa, diciendo que gozaban de buena salud económico-financiera. Sin embargo, los hechos nos dieron la razón, lamentablemente, tanto en aquel momento como en este.

Si hay algo que nosotros tenemos claro desde hace mucho tiempo en el SMU es que no vamos a viabilizar a las instituciones con el salario de quienes trabajamos ahí, ya sea médicos o no médicos, ni con reducción de personal de dichas instituciones. Las instituciones hoy en día se tienen que viabilizar a través de una correcta gestión y no a través de nuestros salarios.

RA – Usted decía que hace un año lo advirtieron a través de este estudio que habían hecho, ¿de qué cifras estamos hablando en cuanto al déficit? Veía hoy en El País que algunas de las autoridades de la institución no dan cifras concretas pero hablan de un déficit de 7%, ¿ustedes manejan algunos números en especial?

También quería consultarle, según ustedes, ¿a qué obedece esta duda en la viabilidad que ustedes planteaban?

JT – En cifras, más allá de que podamos ser concretos, le voy a decir dos o tres cosas. Las cifras de déficit acumulado en todo este tiempo hacen que esa institución no sea viable desde el punto de vista económico-financiero, si fuera otra institución, una que no fuera una prestadora de salud, diríamos que tendría que clausurar sus puertas porque no puede afrontar los pagos de sus proveedores. Si no lo hace es a costa de recurrir a préstamos en el área financiera no formal con una alta tasa de intereses y por lo tanto comprometiendo cada vez más la viabilidad de la institución.

Desde el punto de vista general te diré que la institución Casa de Galicia, de acuerdo a lo que fue la consultoría realizada a pedidos de las autoridades para analizar la situación muestra que Casa de Galicia tiene entre 12% y 14% de gastos promedio por encima de lo que son el resto de las instituciones mutuales. Habría que preguntarse a qué obedece eso, a veces las instituciones mutuales, como cualquiera vinculada a la salud, están preocupadas por un aumento de 1% o por querer reducir 1% sus gastos, imagínese lo que es estar 12% por encima del promedio. Eso evidentemente recae sobre lo que ha sido una ausencia de gestión.

RA – Nosotros estuvimos haciendo algunas averiguaciones y nos decían, por ejemplo, que en la auditoría que realizó CPA Ferrer se plantea que la institución es viable pero tiene que aplicar una reducción en sus costos salariales, que ese es uno de los grandes pesos en la estructura de costos que tiene Casa de Galicia.

JT – La estructura salarial de Casa de Galicia no difiere en general del resto de las instituciones porcentualmente, lo que hay es un gasto de dinero que no se gestiona. Esta institución, con estas autoridades, estuvo acostumbrada durante mucho tiempo a solo administrar dinero, algunas veces incluso salpicada por denuncias de corrupción y de mala utilización de dinero. ¿Qué quiero decir con esto? Que el dinero entra y se paga sin ver lo que se paga. En realidad la gestión moderna de las instituciones mutuales y del ingreso al Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) ha obligado a gestionar el dinero y no solo administrarlo. Esto quiere decir que debo utilizar el dinero que entra de la mejor forma y tener costo-efectividad, hacer rendir de la mejor manera ese dinero teniendo los mejores resultados asistenciales. Esto no ha sido así en esta institución y la propia consultoría a la cual nosotros también tuvimos acceso -justamente en el momento en que se nos presentaba fue que manifestamos a las autoridades que no íbamos a aceptar ningún tipo de rebaja salarial o reducción de puestos de trabajo- informa esto: la mutualista tiene un gasto promedio muy por encima de lo que es el resto de las instituciones y que ese gasto debía mejorarse a través de la gestión.

Vincular eso a los salarios realmente es una debilidad de parte de las autoridades, porque los salarios son similares a los del resto de las instituciones y hay algunas, con igual número de socios y similar personal en cantidad, que son viables hoy en día justamente a través de una correcta gestión. Entonces las autoridades de Casa de Galicia deberían hacer una autocrítica, y, como estamos pidiendo, dar un paso al costado. Estas autoridades ya no tienen, valga la redundancia, autoridad moral para mantenerse en esa institución.

RA – ¿Y qué pasa con los ingresos? Veía declaraciones del gerente de proyectos de Casa de Galicia, Rafael Amexis, que decía que el pago por cápitas establecido por el SNIS no es suficiente para las mutualistas y que este es un reclamo que hacen varias instituciones, ¿cómo es la situación de Casa de Galicia en este sentido en relación al resto del sistema mutual?

JT – Yo creo que eso significa que desde esa institución están un poco mezcladas las cosas. El pago de las cápitas y los ingresos de dinero son en situación común al resto de las mutualistas, yo le pregunto a usted si hay una mutualista hoy en día, sacando esta, que esté planteando estas medidas.

RA – ¿Pero la estructura de socios tiene alguna particularidad que pueda hacer que los ingresos por las cápitas del Fonasa sean distintos y la perjudiquen desde ese punto de vista?

JT – Para nada, si hay instituciones que están perjudicadas por el perfil de socios, básicamente por una mayor proporción de adultos mayores dentro de sus instituciones, son aquellas de mayor porte. No es el caso precisamente de Casa de Galicia, que ha venido teniendo una mala gestión que la ha llevado a la pérdida continua de socios, e incluso a incurrir en algunas prácticas de compra de socios, desembolsando un dinero para que sus socios se incrementen temporalmente durante los períodos de apertura del corralito.

No hay nada de lo que hoy tiene Casa de Galicia que no sea común al resto de las instituciones, lo único que no tiene en común esta institución es que está desde hace tiempo en una situación crítica, alertada por muchos de nosotros, y que está planteando una serie de reestructuras. Ninguna institución es viable solo por la reducción laboral, ya sea salarial o de puestos de trabajo. Una institución es viable si hay autoridades que tengan conocimiento, que sepan gestionar y que sepan generar el proyecto de viabilidad, eso hoy en Casa de Galicia no existe. Por eso nosotros entendemos que estas autoridades y que su gerente general tiene que dar un paso al costado, y que las autoridades que vengan tendrían que presentar un plan serio de sustentabilidad y un plan de largo plazo que dé certezas a todos los que estamos involucrados.

RA – ¿Qué pasos esperan dar ustedes a raíz de estas medidas que están anunciadas, la obligatoriedad de jubilarse en el caso de los médicos mayores de 65 años es o el despido?

JT – Ya hemos solicitado una convocatoria al Ministerio de Trabajo para que la empresa dé las explicaciones y tenga que dar marcha atrás en este tipo de planteos, que como decía, son planteos aislados que no se sustentan en ningún plan de viabilidad. Por lo tanto, nosotros vamos a defender los cargos, los salarios de los trabajadores y la viabilidad de un prestador asistencial que tiene una estructura y que podrá, en el futuro, seguir cumpliendo esta función. No vamos a defender a las autoridades que han llevado a la institución a la situación en la que se encuentra, que a uno le genera mucha tristeza y mucho dolor que haya sido manejada de esa manera, cuando hay un capital social, el de los socios y de las personas que trabajan ahí, que realmente no lo han sabido cuidar a lo largo de todos estos años.

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