tromboembólica venosa

Una enfermedad mortal y silenciosa

Una enfermedad mortal y silenciosa

No se la conoce demasiado. Muchas veces aparece sin que nos demos cuenta. Sin embargo, es una enfermedad que, a nivel mundial, produce más muertes que el cáncer de mama y próstata, el Sida y los accidentes de tránsito juntos.

Por Valentina Rodríguez

Mientras usted lee esto está gastando 37 segundos de su vida. Una cantidad mínima de tiempo, quizás insignificante. Ahora, debe saber que, cada que transcurre este mismo lapso de tiempo, muere una persona por un coágulo sanguíneo.

La trombosis es la formación de un coágulo de sangre o trombo que bloquea el flujo sanguíneo en una arteria o vena del cuerpo y puede ocurrir a cualquier edad y en cualquier momento. Cuando esto sucede se pueden dañar los órganos vitales porque la zona bloqueada deja de recibir oxígeno y nutrientes.

La enfermedad tromboembólica venosa produce los tres principales accidentes cardiovasculares de la población mundial: ataque al corazón, accidente cerebrovascular o derrame y tromboembolismo venoso profundo.

De acuerdo a cifras manejadas por la Sociedad Europea de Cardiología, estas tres causas son las responsables de la muerte de más de tres millones de personas en la Unión Europea por año.
Hablamos de la primera causa de muerte a nivel hospitalario. Lo más alarmante es que podría prevenirse pero en la mayoría de países no se toman las medidas necesarias.

"La enfermedad tromboembólica venosa es la primera causa de morbimortalidad hospitalaria a nivel mundial, siendo una enfermedad prevenible de alto costo vital, institucional y social. Los médicos uruguayos no escapan a la realidad mundial";, explica el  Doctor Pablo Asadurián, cardiólogo,  representante de la Comisión de Hemostasis, Trombosis y Salud Cardiovascular del Sindicato Médico del Uruguay.

En la misma línea la Doctora Ana María Otero, hematóloga, miembro de la Sociedad Internacional de Hemostasis y Trombosis (ISTH) asegura que la enfermedad tromboembólica venosa se produce generalmente en pacientes que están hospitalizados, en reposo. Afecta a las grandes venas en la parte inferior de la pierna y el muslo, casi siempre en un lado del cuerpo.

Los médicos saben cuándo los pacientes pueden correr riesgo de contraer este tipo de trombosis. Por lo tanto, pueden y deben tomar medidas de prevención.

Algunos factores de riesgo son: el sedentarismo, el cigarrillo, el sobrepeso, las cirugías ortopédicas como operaciones de cadera o rodillas, la presencia de varices en las piernas, el estar mucho tiempo en reposo sin mover los miembros inferiores, o permanecer sentado durante un vuelo muy extenso.

Sin embargo, en el caso de Sonia Rondón, los médicos no advirtieron el peligro que corría de contraer una trombosis venosa profunda. Ella ahora puede contar la historia pero no es el caso de millones de personas que mueren anualmente. Cerca de 400 mil nuevos casos de trombosis venosa profunda surgen  por año en América Latina.

En el 2007 Sonia Rondón se sometió a una operación uterina. "Según el doctor no tenía ninguno de los riesgos para generar una Trombosis de Vena Profunda y por eso obvió el uso de las medias antiembólicas durante la operación.  No era mayor de 60 años, no estaba obesa, no era diabética, es decir, no estaba en el grupo de riesgo, pero aun así se me formó un trombo";, afirma Rondón.

Sin embargo, en seguida comenzó a dolerle la pantorrilla derecha. "Nadie me comentó que fuera al médico. Eso demuestra el desconocimiento de mucha gente porque uno de los factores de riesgo [para contraer trombosis] son las operaciones debido a la inmovilidad.  Lo descubrió el mismo doctor una semana después cuando fui a cortarme los puntos";.

A Sonia Rondón  le hicieron una ecografía en ambas piernas y ahí se detectó el trombo o coágulo. Durante seis meses tuvo que permanecer en tratamiento con las medias antiembólicas las 24 horas del día, durmiendo con las piernas elevadas y con medicación y pruebas semanales para medir la coagulación. Actualmente toma una aspirina por día, y debe usar medias de compresión de por vida por la insuficiencia venosa.

A raíz de esto Sonia Rondón creó un grupo en las redes sociales titulado "Sobrevivientes de trombosis de vena profunda"; para poder compartir su experiencia. Actualmente hay 394 miembros de toda América Latina.

"Afortunadamente el trombo no se desprendió porque hubiera causado una embolia pulmonar que en la mayoría de los casos es fatal. Yo tuve suerte pero en el grupo hay experiencias  de vida increíbles, se pueden considerar milagros".

La embolia pulmonar se produce cuando parte del coágulo sanguíneo se desprende y viaja a los pulmones, bloqueando el suministro de sangre. Una de cada diez muertes ocurridas en los hospitales se debe a esta enfermedad.

La Doctora Ana María Otero asegura que hay una carencia en cuanto a los cuidados para advertir este tipo de complicaciones. En Uruguay, y a nivel mundial, no se están cumpliendo con este tipo de recaudos.

"Hace tres años en Uruguay se están investigando las causas de esta falta de cuidados y se está trabajando para que los médicos tengan una lista y puedan chequear que no exista en el paciente la posibilidad de generar una enfermedad tromboembólica".

Para el Doctor Ricardo Iglesias, cardiólogo, coordinador del Registro Nacional de Fibirlación Auricular y Aleteo Auricular, exjefe de la Sociedad Argentina de Cardiología, las enfermedades ocasionadas por los coágulos sanguíneos van a ir en aumento en los países en vía de desarrollo. "En los próximos diez años se van a duplicar";, expresa y añade que el estilo de vida que llevamos es la causa fundamental. "Estamos comiendo más y mal, comemos muchos azúcares, mucha sal que aumenta la presión arterial, bajamos la cantidad de ejercicio físico, descansamos poco y llevamos una vida de estrés. Todo esto aumenta la cantidad de grasa que entra en las arterias y las obstruye, en cualquier parte del organismo";.

Los especialistas recalcan que es importante consultar frente a algunos síntomas como el dolor de piernas, la hinchazón, la pérdida de fuerza en una mano, la falta de sensibilidad, el dolor de pecho opresivo. "Cuanto más rápido se consulta, más posibilidades hay de degradar el coágulo con tratamiento";, enfatiza el Doctor Ricardo Iglesias.

Pero hay enfermedades como la fibrilación auricular, una arritmia cardíaca cada vez más frecuente, que está considerada una "asesina silenciosa"; porque casi no presenta síntomas. La fibrilación implica una irregularidad en los latidos; en la frecuencia y el ritmo. Esto se distingue fácilmente mediante un electrocardiograma. Sin embargo, uno puede controlarlo de manera fácil y sin costo mediante la toma del pulso.

"Esto mata o lesiona igual que los otros factores de riesgo como el cigarrillo. La fibrilación puede producir consecuencias muy graves como dejar a un paciente en coma o algunas más leves como un cambio en la motricidad. Dependerá de qué arteria se obstruya y con qué dimensión. La fibrilación es silenciosa, aparece y muchas veces no da síntomas. La mitad de la gente que la tiene no lo sabe";, indica Iglesias.
Para el 2050 se calcula que la población afectada crecerá un 2,5% principalmente por el envejecimiento característico de las sociedades actuales.

El pasado 13 de octubre se fijó el "Día Mundial de la Trombosis";. Se eligió esa fecha por ser el cumpleaños de Rudolf Virchow, el médico y patólogo alemán que acuñó el término "trombosis" y realizó avances importantes en la comprensión de la misma. El objetivo es poder generar conciencia y campañas para educar sobre este tipo de enfermedades a médicos y pacientes.

El doctor Rafael Aparicio, médico internista especializado en hermatología clínica, representante de Panamá del Grupo de Trombosis y Hemostasia, afirma que "debe existir una campaña permanente de prevención basada en la educación. Se deben conocer los términos y las señales de alarma. La Organización Mundial de la Salud quiere reducir en un 25%, para el año 2025, las causas de muertes cardiovasculares en el mundo, las cuales pueden dejar consecuencias transitorias o permanentes";.
En este sentido afirma que "en América Latina no existen suficientes registros para evaluar la dimensión de la enfermedad. Estamos viendo la punta del iceberg y es una enfermedad enmascarada. Pero las cifras y la realidad rompen los ojos, son escandalosas";.