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Implantes impresos en 3D hacen respirar a niños enfermos

Implantes impresos en 3D hacen respirar a niños enfermos
EFE (archivo)

Las impresoras en 3D, cuyo uso está cada vez más generalizado, sirvieron para crear una férula que ha permitido seguir con vida a tres bebés que habían nacido con una malformación conocida como traqueobroncomalacia y que amenazaba sus vidas.

Son las historias de Kaiba, Garrett e Ian, niños que no podían respirar con normalidad ya que su tráquea se colapsaba periódicamente debido a una malformación de los bronquios, que hace que sean más blandos que lo habitual y para la que no se conoce cura.

Los tres pequeños se convirtieron en los primeros en el mundo en beneficiarse de unos dispositivos que les ayudan a mantener abiertas las vías respiratorias, que fueron creados con la tecnología de las actuales impresoras en tres dimensiones en el Hospital Infantil Universitario C.S. Mott de Michigan (Estados Unidos).

La evolución de los pequeños ha sido seguida muy de cerca para comprobar cómo funcionan las férulas traqueales que se les implantó y que están realizadas con material que se reabsorbe, según publica un artículo la revista científica Science Translational Medicine.

Uno de los autores del artículo, el doctor y profesor de otorrinolaringología Gleen Green, indicó que estos casos les han abierto "nuevas vías" al ser capaces de usar la impresión tridimensional para "diseñar un dispositivo con el que se ha restablecido con éxito la respiración de los pacientes a través de un procedimiento que no se había hecho nunca antes".

El médico recordó que antes de la existencia de este implante, los bebés aquejados de traqueobroncomalacia severa tenían pocas posibilidades de sobrevivir y, sin embargo, Kaiba Gionfriddo, el primero de los pequeños tratados, en 2012, es hoy en día "un niño saludable de tres años que asiste a preescolar y con un futuro brillante".

La férula implantada funcionó "mejor de lo que nunca" pudieron imaginar los expertos y sin complicaciones, por lo que los investigadores consideran que este tratamiento es "una opción prometedora" para niños aquejados de esta malformación potencialmente mortal y que no tiene cura. EFE