1. Permanente hidratación

Los labios secos son signo del poco consumo de agua y/o del estrés. La boca sufre las consecuencias de la pérdida de nutrientes que esto le ocasiona. Para eso hay que hidratarse cada cortos períodos de tiempo, tomando agua, agua de coco, comiendo frutas y verduras con alto contenido de agua; como el melón, el pepino y la sandía.

2.  Tener cuidado con los labiales hidratantes

Este tipo de labiales son buenos para humedecer los labios, pero no los hidratan como se debe, ya que no absorben la hidratación. Además, si contienen mentor o alcanfor, es posible que irriten y resequen más los labios.

3. Quitar el exceso de piel

Es necesario exfoliar los labios y liberarlos de la piel muerta cubriéndolos con aceite facial, y removiendo los pedazos de pellejo con un cepillo de dientes.  

Se recomienda mezclar aceite de oliva con un poco de azúcar morena y frotarlo en los labios durante unos minutos. Después hay que enjuagarlos, secarlos y aplicar un humectante. Este tratamiento solo se puede hacer una vez a la semana, ya que se pueden sensibilizar demasiado

4. Protegerlos del frío y calor

Con la baja de temperaturas los labios también se resienten, formando grietas. Se recomienda hidratarlos con vaselina, ya que produce una barrera que limita la pérdida de agua.

Para protegerse del sol, es necesario que el humectante o labial utilizado contenga protección contra los rayos UV, al menos uno de factor solar 15. Y durante el verano en la playa es necesario usar factor 30.