"La mayoría de las consultas son por síntomas de ansiedad, depresión e insomnio. La ansiedad y la depresión, son a su vez trastornos. Esta última es muy común en Uruguay", sostuvo la doctora."Hay más gente medicada y tenemos mejores medicamentos. Hace 20 años cuando tenía que darle un antidepresivo a un paciente tenía que hacerle un electrocardiograma", agregó.

En lo que refiere al nivel de la medicina en nuestro país, Bocchino aseveró que se cuenta con muy buenos tratamientos terapéuticos y farmacológicos para tratar las enfermedades. Cuando se la consultó sobre las diferencias con el sistema privado y sobre los preconceptos exsitentes sostuvo que la calidad de atención en el sector público es mejor. Sin embargo, en cuanto a insumos "en ASSE no falta medicación, pero en el Hospital de Clínicas es endémico".

Automedicación

"La meditación y acupuntura se pueden tomar como técnicas alternativas, pero cuando hay una enfermedad más importante, deber ser tratada por un psiquiatra" explicó la doctora. "Hay estudios que demuestran que la gran mayoría de las benzodiacepinas son indicadas por médicos generales. Con respecto a los psicofármacos deberían ser controlados e indicados por el psiquiatra", afirmó tajantemente aunque aseguró que "el médico general tiene que saber cómo tratar la depresión".

Bocchino advirtió sobre el uso de las flores de Bach. Según contó la doctora, uno de sus pacientes, que estaba en paralelo con un tratamiento de flores de Bach, sufrió alucinaciones. "No puedo decir si fueron las flores o las flores en conjunción con los antidepresivos que receté. Por suerte la madre, que le daba las flores, lo detuvo y las alucinaciones se fueron". La psiquiatra dijo que las autoridades de la salud no controlan este tratamiento alternativo, y preguntó: "¿Quién sabe lo que hay en ese frasquito?".

Operaciones de reasignación de género

Por otra parte, con respecto a la interrupción de las operaciones de reasignación de género sostuvo que "no tuvo nada que ver con la parte psiquiátrica. Los psiquiatras somos los que más respetamos el pedido de los pacientes". Las intervenciones no se realizaban de inmediato porque los pacientes necesitaban tener una preparación. "Si no se hace esa buena preparación, hay más riesgo de que hayan suicidios posteriores",agregó.

Colonias de internación y reclusos

Con respecto a las colonias de internación de pacientes "son campo con pabellones. Muchas veces los pacientes se perdían. Los psiquiatras somos los primeros que queremos cerrar las colonias. Ni el modelo, ni la instalación, ni la estructura, ni la infraestructura es la adecuada", afirmó Bocchino contundentemente.

A su vez, la situación de las personas privadas de libertad en lo relativo a la psiquiatría es complicada.La escasez de recursos determina que hayan pocos profesionales que atiendan a los reclusos. "En el Vilardebó llegan a la sala 11. Además,el recluso tiene dentro del establecimiento penitenciario un psiquiatra. Si el juez entiende que hay una situación que le merece reparos, va a pedir una pericia psiquiátrica, porque a veces hay personas que son inimputables".Asimismo cuando una persona privada de libertad ingresa a la cárcel, un criminólogo se encarga de entrevistarlo para asignarle su lugar en el establecimiento.

En cuanto a una posible solución de los problemas a los que se enfrentan los psiquiatras en nuestro país, la doctora sostuvo que "a salud mental se le han asignado pocos recursos. La solución viene con voluntad política, conocimientos y un esfuerzo mancomunado de todos".