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Cáncer infantil se quintuplica en países en desarrollo

Cáncer infantil se quintuplica en países en desarrollo

La proporción de cáncer infantil en los países en desarrollo, donde los niños pueden suponer hasta la mitad de la población, quintuplica al de las naciones desarrolladas, indicó esta semana la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC).

Su director, Christopher Wild, denunció en un comunicado que esa cifra es "inaceptablemente alta, sobre todo cuando tenemos el ejemplo de los países ricos respecto a lo que se puede conseguir con el acceso a los cuidados".

La agencia dio a conocer esas cifras en el Día internacional contra el cáncer infantil, del que dijo que se diagnostican unos 215.000 casos al año en todo el mundo entre los menores de 15 años, y 85.000 en adolescentes de entre 15 y 19 años.

Esa estimación se basa en datos recogidos en 68 países entre 2001 y 2010, y apunta que en los países desarrollados el cáncer infantil representa menos del 1 % de todos los tipos de cáncer, una cifra hasta cinco veces superior en los estados en desarrollo.

En comparación con el cáncer en adultos, casi la mitad de los casos infantiles corresponden a leucemia y linfomas, y hay algunos tipos que se dan casi exclusivamente en esa población, como los neuroblastomas, los nefroblastomas y los retinoblastomas.

Los carcinomas, sean de pecho, pulmón o estómago, predominantes en adultos, son "extremadamente raros" en los niños.

El organismo vio diferencias sustanciales en la distribución internacional de esa enfermedad entre los menores: la leucemia representa el 35 % de todos los casos mundiales, pero apenas se da en el África subsahariana, sin que se sepa si es por falta de diagnóstico u otras razones.

El linfoma de Burkitt está muy presente en países del África ecuatorial, debido a la exposición a enfermedades como la malaria, mientras que el sarcoma de Kaposi es el más común en países con una alta cifra de VIH, como Uganda.

La IARC alertó igualmente de que aunque la cifra de supervivencia se eleva al 80 % en los países ricos, puede descender al 10 % en otros menos favorecidos.

"Es vital que los países en desarrollo consigan el apoyo técnico y financiero que necesitan para establecer un sistema sanitario fuerte que ofrezca a cada niño la oportunidad de curación que se tiene en las naciones ricas", concluyó la organización. EFE