"Tenía tres síntomas: dolor de cabeza, dolor fuerte muscular y mucha fiebre. Además, mi amiga preocupada le comentó a la doctora sobre su contigüidad con el primer caso. La médica le dijo que no se preocupara, que en caso que apareciera otro síntoma fuera a la puerta de emergencia", escribió la mujer.

"También le indicó Novemina. Estando ahí, a la tarde del viernes volvió a llamar a la emergencia de su mutualista. Ahí reiteró su cercanía del primer caso de dengue autóctono y que no pensaba seguir la indicación dada por la médica: era posible que tuviera dengue por lo que ir a una puerta de emergencia no era la mejor opción dado que podría estar exponiendo a un montón de gente", sostuvo.

La enferma llegó el domingo a la emergencia de una mutualista tras presentar nuevos síntomas. "A eso de las 20 horas comenzaron a llamar amigos preocupados: había titulares que decían que nuestra amiga estaba grave. Ahí nos explicaron que una cosa es el dengue grave (hemorrágico) y otra cosa es estar grave. Es decir, mi amiga no está grave, pero sí tiene dengue grave", aclaró la autora de la carta.