Desde la cartera de Salud informaron a El Observador que estas medidas tienen como cometido evitar una sobrecarga o colapso de los servicios que podría ocurrir si no están preparados previamente.

Todos los centros de salud tienen pautas comunes para la recepción de pacientes: solo se internan los casos graves por ser potencialmente mortales, y en las salas de espera debe haber personas capacitadas para detectar los casos sospechosos para aislarlos hasta que un test rápido confirme o descarte la presencia del virus. Todas las personas con dengue que no se manifieste de forma grave o que sean personas vulnerables, como bebés o niños, adultos mayores o con otra enfermedad crónica serán enviados a sus domicilios donde deberán permanecer aislados con mosquitero.

El subdirector del Hospital Pediátrico Pereira Rossell, el Dr. Gabriel Peluffo, dijo que los menores de dos años y las mujeres embarazadas son propensos a tener complicaciones con el dengue.

En declaraciones a La República sostuvo que, aunque ha habido casos sospechosos, ninguno fue confirmado en ese centro hospitalario. "Tenemos planes de contingencia para atender las enfermedad transmitidas por el aedes aegypti", dijo Peluffo y agregó que el hospital puso su foco en el dengue porque "es el que puede generar mayores complicaciones".