La "despenalización cultural" en los servicios de salud es necesaria para terminar con los abortos clandestinos
Mayra Laborde, integrante del colectivo Mujeres en el Horno y psicóloga, alertó que los obstáculos en relación a las prácticas de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en los servicios de salud continúan empujando a las mujeres a la clandestinidad. También informó que en los próximos días la organización se reunirá con las autoridades del Ministerio de Salud Pública para empezar a gestionar este proceso de mejor manera.
Mujeres en el Horno es un colectivo que trabaja por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Esta organización es la encargada del servicio telefónico Línea Aborto – Información Segura (0800 8843) que brinda asesoramiento a quienes desean interrumpir su embarazo. La línea se encuentra activa desde marzo de 2014 y la organización realizó desde entonces dos informes en base a las llamadas recibidas.
A pesar de que la ley 18.987 de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) protege la atención en servicios de salud de manera confidencial y garantiza que el proceso de decisión de la mujer se encuentre libre de la presión de terceros, la activista denunció que hay médicos, funcionarios y profesionales de los equipos sociales que cuestionan y maltratan a las mujeres que consultan. Mencionó algunos ejemplos: administrativos que en una sala de espera llaman a mujeres como 'la que va a abortar' y el amedrentamiento de que la paciente escuche y vea al embrión dentro de la consulta. También señaló que algunos psicólogos que participan en los equipos culpabilizan a las mujeres y que el trabajo de estos no es juzgar, sino "acompañar y sostener".
Otra de las barreras que impiden que las mujeres sean contenidas durante este proceso son las demoras entre las consultas. Según Laborde, la consecuencia es que "la mujer quede por fuera"; del plazo, ya que la despenalización de la ley es hasta las 12 semanas. Recordó el caso de la chica que en febrero falleció en la localidad de Nico Pérez, Maldonado, como consecuencia de un aborto clandestino.
La integrante de Mujeres en el Horno explicó que la falta de información es lo más complejo. "Todo el tema de la sexualidad sigue siendo tabú desde el punto de vista social";, dijo. Reclamó que la información esté disponible desde el primer nivel de atención. También explicó que el 70% de las mujeres que se comunican con la línea utilizaban métodos anticonceptivos que fallaron. Señaló que "no hay un buen asesoramiento en el uso de anticonceptivos, sobre todo en las pastillas de lactancia y las del día después (emergencia)";. Las mujeres "no están recibiendo toda la información para cuidar su salud sexual y reproductiva", afirmó la psicóloga.
Laborde señaló que la Línea Aborto "no es 100% difundida, sobre todo en el interior", donde la situación se agrava -especialmente en las localidades pequeñas- porque "todos se conocen";. Dijo que allí es más difícil llegar a la "despenalización cultural"; y por este motivo es que muchas mujeres optan por atenderse en otros lugares. Sin embargo, no en todas las localidades del país hay profesionales suficientes como para conformar los equipos protocolares y la ley no prevé el costo de los traslados ni la certificación médica.
En el informe presentado recientemente por Mujeres en el Horno se incluyen datos cuantitativos y cualitativos que buscan "sistematizar"; la información de las llamadas recibidas por la línea entre noviembre de 2014 y diciembre de 2015. En el período analizado han recibido 600 llamadas, un promedio de 50 por mes.