Especialistas señalan que la cera en los oídos es beneficiosa por lo que no debería retirarse. Según informan, se debe evitar introducir elementos en el orificio, como por ejemplo los cotonetes, porque pueden irritar la delicada piel del canal auditivo, introducir bacterias o incluso perforar el tímpano.

La cera que se acumula en los oídos sirve para lubricarlo y mantenerlo a salvo de la suciedad, del polvo y de los insectos. La picazón de oídos se produce no por la presencia de cera, sino precisamente por su ausencia, sugieren los entendidos en el tema.

El doctor Martin Burton, profesor de Otorrinolaringología en la Universidad de Oxford, advirtió acerca de los peligros de introducir elementos extraños en el oído con el fin de retirar el cerumen. "Nunca hay que introducir nada más pequeño que tu codo en un oído", dice Burton.

Un enemigo habitual es el cotonete, esos bastoncitos con algodones en las puntas que según informa Peter Svider, otorrinolaringólogo residente en la Wayne State University de Michigan, suelen empujar los tapones de cera más que retirarlos, lo que puede bloquear al canal auditivo.

Hablar o masticar son ejercicios que ayudan a que el cerumen fluya hacia el exterior del canal auditivo, momento en el que sí se puede limpiar. El momento indicado entonces para higienizar esta zona es durante la ducha. "Al 99% de la gente le funciona así", dice Svider.