El oncólogo estimó que "el país tiene una fuerte apuesta a políticas de prevención y diagnóstico precoz, que a mediano plazo, nos van a ubicar donde realmente debemos estar".

Barale relativizó la incidencia de la enfermedad en las cifras generales de salud.  "A veces hablamos de epidemia de cáncer. Nuestra población es longeva. No tenemos que temerle al cáncer. Debe ser tratado como enfermedad crónica. La apuesta tiene que ser a que se pueda vivir más y mejor, no solamente más", cerró el médico.

Uruguay tiene la incidencia de ciertos tipos de cáncer similar a la de países desarrollados. Por ejemplo, acerca del problema del cáncer colorrectal, dijo que "está muy ligado a la alimentación". El médico señaló que todo alimento en exceso, es malo. "Pero lo cierto es que muchos de los alimentos envasados tienen conservantes, que son sustancias procancerígenas. Y sos sustancias que en exceso, pueden contribuir al desarrollo de un cáncer", agregó.

El especialista dijo que en las mujeres, el principal es el cáncer de mama, seguido del colorrectal, y que el de cuello uterino no está entre los principales. Este último, dijo el médico, es prevenible "haciéndose el papanicolau y con un control permanente. También la vacunación ayuda".

"El 99% de los cánceres de cuello uterino, están ligados por el desarrollo e infección por el HPV", apuntó el médico. Consultado sobre la polémica generada en torno a quienes están a favor o en contra de la vacuna contra el HPV, dijo que "ninguna es 100% inocua. Hay vacunas que producen algún tipo de cuadro neurológico. Todos los remedios tienen contraindicaciones".

"Si uno se para en el cáncer de mama, las más afectadas pertenecen a un grupo medio de la sociedad. La inversa ocurre en el cáncer de cuello uterino, donde las capas más afectadas son las más bajas, por infección por HPV", apuntó Barale.

En cuanto a los hombres, el oncólogo coloca al "cáncer de próstata, cáncer de pulmón y el colorrectal" entre los tres primeros. Barale agregó que "hay patologías evitables, como el cáncer de pulmón, por el tabaquismo. Hay algunas que son diagnosticadas precozmente y eso tiene un valor muy alto. Los buenos hábitos de alimentación, suprimir excesos de alcohol y el ejercicio son elementos que ayudan a que estas enfermedades no se desarrollen".

El especialista en cáncer dijo que Uruguay no tiene variaciones en la incidencia de cáncer por regiones: "geográficamente no somos un país que tenga límites, lo que nos facilita a las políticas de diagnóstico precoz. Lo que puede variar, al sur o al norte del rio Negro, es el acceso a un centro de salud.".

"Algunas de las campañas de prevención y diagnóstico precoz están empezando a dar resultados. La mortalidad, en algunas áreas, está directamente ligada al impacto que generan las campañas de prevención. Ahora hay campañas por el cáncer de mama, donde se hace obligatoria incluso dentro del carnet de salud. Lo mismo con el papanicolau. La mujer uruguaya es muy consciente. La mujer al ginecólogo va siempre, el hombre al urólogo no mucho", señaló.