Natalia Argenzio comentó que la situación actual se llegó luego de 110 días de conflicto, que comenzaron el del 25 de noviembre del 2015 cuando la Dirección del Área de Salud del BPS presentó su decisión de cerrar el sanatorio Canzani. Esto generó un conflicto que fue resuelto en 2016 con una mesa de negación en el Ministerio de Salud Pública (MSP).

El 26 de abril de 2016 se logró un acuerdo que, según explicó Argenzio, se focalizaba en la importancia del rol de la seguridad social en el Sistema Nacional Integrado de Salud.

El acuerdo tenía cuatro puntos centrales. El primero era focalizar la asistencia materno-infantil en el Sanatorio Canzani y la firma de un convenio de complementariedad con ASSE para potenciar y fortalecer el subsector público, a fin de atender a las pacientes que no pueden acceder a la atención de control del embarazo completa.

El segundo punto consistía en el cierre de la maternidad, esto implicaba la decisión de no atender más partos en el sanatorio.

El tercer punto se focalizaba en destinar como Centro de Referencia Nacional de Defectos Congénitos y Enfermedades Raras, en donde algunas patologías iban a tener su sector de internación en el Sanatorio Canzani.

El cuarto punto consistía en desarrollar un centro de rehabilitación para el Sistema Nacional Integrado de Salud.

De estos cuatro puntos, la delegada explicó que el BPS solo llevó a cabo el cierre de la maternidad, y precisó que además se hizo de forma improvisada. "Se tomó la decisión de cerrar sin una reestructura", aseveró.

Con respecto a la situación que viven los trabajadores, Argenzio expresó: "Nos sentimos en situación de incertidumbre, de vulneración de derechos hacia los trabajadores y hacia los usuarios que pierden esta prestación tan importante". Además, se refirió a que la situación afecta a todos los ciudadanos en general si se considera la ineficiencia que existe en el uso de los recursos.

Argenzio considera que existe una "gran falla" a nivel gerencial dentro del BPS. "Es lamentable que en todo este tiempo de conflicto haya tenido un desempeño tan inefectivo desde lo gerencial", indicó.

Dijo que la falla se encuentra en que el BPS en su discurso presenta un plan de trabajo en donde está "todo organizado" pero que "no hay un proyecto gerencial de acción para bajar a tierra esas ideas".

Opinó que la firma del MSP no es respetada en su rol de rector del país y lamentó: "Seguimos frente a políticas que están en el aire".

Al ser consultada acerca de por qué no se traslada a los médicos sin tareas asignadas  a otro sanatorio en donde se necesiten sus servicios, Argenzio explicó: "Nosotros creemos que el pasar recursos humanos de un lado para el otro no soluciona el problema que estamos visualizando", y apuntó que la solución podría encontrarse a través de "acuerdos verdaderos de complementariedad".

En referencia a esto, subrayó: "El Sistema Nacional Integrado de Salud habla de complementariedad desde hace mucho tiempo, pero lo único que se hacen son contratos público-privados de compra venta".

Para finalizar, detalló cuáles son las dos áreas en las que se necesita que el BPS trabaje.

Una de ellas es la policlínica de alto riesgo. "Hay que firmar con ASSE un acuerdo de complementariedad que fue lo que se habló hace un año en el Ministerio (de Salud Pública). Se tienen que hacer mesas de trabajo y no de negociación".

Y por otro lado, la unidad de medicina embrio-fetal y perinatal que funciona en Canzani. Argenzio dijo que en este punto se está trabajando "muchísimo" y recordó que este sanatorio es el único en el que se brindan en forma gratuita los estudios para la detección precoz en el primer trimestre de embarazo de alteraciones cromosómicas.

"Se requieren planes efectivos y dejar de hablar", concluyó.