Comenzó su columna haciendo mención a que en la sexualidad también el contexto ayuda o perjudica, el sexo no es un acto aislado de ése contexto y en ese análisis entiende que "Las fiestas no propician la sexualidad";  e hizo mención a las múltiples causas por la que ello sucede.

Los estados de ánimo particularmente sensibles, los gastos excesivos que ocurren por lo general en éstas fechas, las visitas molestas e imprevistas, la invasión a la privacidad e intimidad son algunas de las causas por las que la sexualidad se ve inhibida en las fiestas de Navidad y fin de año.

"Existe a ésta altura del año una tendencia marcada al estrés y la melancolía"; agrega Carolina Villalba. Y la melancolía no es el escenario mejor y más indicado para la intimidad.

Un capítulo aparte merecen los desórdenes alimenticios  como factor también limitante del sexo y de los tiempos de la sexualidad.

Como solución o consejo Carolina finaliza diciendo que hace falta "Hacerle caso a los instintos y al corazón"; para poder darse el lugar y momento para la sexualidad en estas épocas que tan poco lo propician.