"Novia no existe dentro de las posibilidades de una mirada jurídica y administrativa. Si uno no tiene una relación social cercana con el jerarca no tiene cómo saber que la persona que se está proponiendo tiene un lazo de cercanía con el director que lo está planteando. Uno tendría que empezar a hurgar en la vida privada", señaló Pablo Cabrera, representante de los Trabajadores en el Directorio de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE).

Cabrera explicó que cada uno de los directores tiene como máximo dos personas de confianza para el trabajo de su secretaría y negó que sean seis como circuló a través de la prensa.

Los nuevos directores también designarán a sus equipos pero reafirmó que "la familia no puede ser parte" de esos cargos de confianza.

En cuanto a los mecanismos de control para el ingreso de funcionarios de confianza, Cabrera dijo que "se mide en función de la necesidad de cada jerarca y en particular a la función que se quiere aspirar".

Afirmó que en ASSE se esperan las próximas horas después de la designación del nuevo directorio para organizar el trabajo y continuar con la atención en los hospitales públicos.

Por otro lado, Cabrera expresó estar de acuerdo con la afirmación de Susana Muñiz en su carta de renuncia respecto a la forma en que los intereses "corporativos" afectan la gestión de la salud pública.

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