Con el objetivo de promover hábitos saludables entre la población, la División de Salud de la Intendencia de Montevideo redactó esta propuesta, que fue elevada a la Junta Departamental.

El fundamento de este proyecto -que despertó críticas entre los integrantes del Centro de Almacenes Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay(Cambadu)- se basa en la elección de Montevideo para integrar la "Alianza para promover ciudades saludables".

Dicha alianza internacional entendió oportuno promover políticas públicas en el área de nutrición para reducir el consumo de sal en las poblaciones de las ciudades.

En ese marco, la División de Salud de la Intendencia elaboró esta propuesta y explicó en el documento que 3 de cada 10 uruguayos de entre 25 y 64 años padecen hipertensión arterial, una condición vinculada al consumo en exceso de sal.

La hipertensión "constituye un factor de riesgo" para otras patologías cardiovasculares y es el segundo motivo de muertes prematuras, según datos del Ministerio de Salud Pública.

La propuesta fue cuestionada por Daniel Fernández, presidente de Cambadu, quien aseguró a Efe que es "imposible" pedirle a los locales comerciales que tengan el 10 % de su carta sin sal.

Para Fernández, la iniciativa no es aplicable porque se debe "fomentar la conciencia en el ciudadano", para que así los proveedores de alimentos aumenten la producción de productos sin sodio.

En febrero de 2014 la Intendencia de Montevideo aprobó un decreto que estableció, entre otras cosas, que los saleros no podían estar en las mesas de bares y restaurantes ni ser ofrecidos al consumidor, salvo que el comensal lo solicite.

Lo que se propone ahora es modificar ese decreto para ampliar las medidas, así como el aumento en los montos de las multas a aplicar en caso de que los locales no cumplan con las disposiciones departamentales. EFE