Jamón, salame, panceta, panchos, butifarras, morcillas, son algunos de los productos infectados en los últimos tres años por listeria monocytógenes, bacteria que afecta sobre todo a niños, mujeres embarazas o personas mayores de 60 años: la tasa de mortalidad puede llegar a un 50 por ciento entre quienes tengan "enfermedades debilitantes" y provocar la pérdida de embarazos en mujeres que entren en contacto con el microorganismo.

Así lo informaba hace pocos días una una investigación del portal Sudestada.

Aunque en la mayoría de los casos la contaminación cause diarrea y vómitos que se curan con cierta rapidez, en personas vulnerables "puede causar infecciones invasivas con enfermedad severa y una tasa de letalidad elevada", según un informe del Instituto de Higiene, organismo especializado dependiente de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República.

La Intendencia de Montevideo realiza controles y sanciona a las empresas infractoras, pero no se alerta a los consumidores de la situación y por ello quedan expuestos a la hora de comprar un producto, sostenía el informe.

Entre la constatación de la presencia de la bacteria en un producto –con el eventual retiro del lote de mercadería contaminada– y la aplicación de una multa pueden pasar varios meses. Recién en ese momento la comuna publica en su web la resolución sancionatoria, perdida entre miles de resoluciones de todo tipo.

"Estamos permamentemente buscando que no haya contaminación. Encontramos permanentemente bacterias de todo tipo", dijo en Rompkbzas la directora de Salud de la Intendencia de Montevideo, Analice Berón. "Cuando se encuentra, se actúa".

En referencia a lo denunciando en los últimos días, señaló que hace mucho que se encontró esa bacteria, pero de la misma manera que sucede en los países europeos y, además, en todo tipo de alimentos. En mayor frecuencia, señaló, en los lácteos.

Según explicó Berón, el origen puede ser algún insumo contaminado en la fase industrial, en el punto de venta o, incluso, en el propio hogar.

Desde 2016, recordó, no aparece ningún brote de lycteriosis, que puede pasar inadvertido o con síntomas banales para un consumidor normal.

"Lamentablemente, no existe bacteria cero, ni para nosotros ni para el mundo", concluyó.