Investigadores y médicos especializados trabajan insistentemente para descubrir nuevos tratamientos para una de las enfermedades más comunes de nuestro tiempo: el cáncer.

Un estudio realizado por especialistas del Centro Médico de la Universidad de Georgetown, encabezado por el oncólogo Fung-Lung Chung, afirma que un grupo de compuestos que se encuentran en una gran variedad de verduras podría ayudar a retardar el desarrollo del cáncer de pulmón, informó Pro-Salud.

Estos compuestos (isotiocianatos) son sustancias químicas que contienen azufre, cuya función es, entre otras, dar sabor a las verduras crucíferas que forman parte de la familia del repollo. Entre los alimentos ricos en isotiocianatos se encuentra el coliflor, el brócoli, los nabos, la col rizada, el repollo, el repollo chino, los rábanos, el rábano picante y el berro.

El estudio, para determinar la incidencia de esta sustancia, se realizó en ratones que fueron expuestos durante ocho semanas a un régimen de cancerígenos presentes generalmente en el humo del cigarrillo y que se suponen parte importante en el desarrollo del cáncer de pulmón en fumadores. Se los alimentó con una dieta rica en isotiocianatos, en dosis bajas o altas, según los grupos. Luego de 20 semanas, algunos de los ratones fueron disecados y se halló que el desarrollo de los tumores en los pulmones fue de entre 13 y 19% en el caso de los roedores expuestos a cancerígenos que consumieron altas dosis de verduras ricas en fenetil isotiocianato. En el grupo de roedores alimentados sin esta sustancia, el desarrollo alcanzó el 42%, mientras que aquellos alimentados con dosis bajas no presentaron una reducción significativa.

Los autores concluyeron respecto a los resultados que, luego de analizar su acción en humanos y de comprobarse su efectividad, podrían realizarse tratamientos, tal vez a través de una "píldora de verduras" que podría ayudar a prevenir el cáncer de pulmón en los fumadores antes de que se presenten las lesiones.

En la segunda investigación, los científicos de la Universidad de California en San Francisco encontraron que la cebolla, el ajo, o las verduras amarillas entre las que se encuentran la zanahoria, la batata y el maíz, se relacionaron estrechamente con la protección contra el cáncer de páncreas. En el mismo orden, afirmaron que el jugo de determinadas cítricos, también puede ayudar a prevenir esta afección.

El estudio, que forma parte de la edición de Cancer Epidemiology Biomarkers and Prevention, se realizó a partir de entrevistas a 532 pacientes diagnosticados con cáncer de páncreas y más de 1.700 personas seleccionadas azarosamente en San Francisco y sus alrededores.

Los científicos determinaron que el consumo de cinco porciones diarias, alrededor de media taza de verduras cocidas cada una, está asociado a una reducción del 50% en el desarrollo de tumores cancerígenos.

"Debido a que el cáncer pancreático no es tan frecuente como el de mama o el de pulmón, su diagnóstico y tratamiento son particularmente difíciles, por eso, hallar una confirmación de que a través de simples elecciones en cuanto a la alimentación, se puede ofrecer una protección significativa, podría ser una de las maneras más prácticas para reducir la incidencia de esta temible enfermedad", explicó Elizabeth Holly, autora del estudio y profesora de epidemiología y bioestadística de la Universidad de California en San Francisco.

Fuente: Pro-Salud