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Alimentos ricos en grasas "trans" favorecen la acumulación de tejido adiposo en la cintura

De acuerdo con un estudio realizado por profesionales de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wake Forest en Estados Unidos, demuestra que esa sustancia, que le aporta sabor a las comidas, suele ser muy utilizada en la preparación de alimentos elaborados tales como alfajores, facturas o barras de cereal. Además, determinó que las dietas basadas en alimentos ricos en estas grasas podrían fomentar el aumento de peso, debido a la acumulación de tejido graso a la altura de la cintura.

El incremento del tejido adiposo a la altura de la cintura es la característica principal del síndrome metabólico, una condición sumamente riesgosa para la salud que consiste en la acumulación de determinados factores de riesgo como el exceso de peso, y el nivel elevado de colesterol y triglicéridos, según informó Pro-Salud.

Para la investigación, que fue realizada en monos, los profesionales administraron a los animales una dieta rica en grasas vegetales hidrogenadas o "trans" aunque basada en alimentos de bajas calorías, con el objetivo de evaluar que cambios se producían en el peso corporal de los simios.

La licenciada Claudia Fernández, jefa del Servicio de Nutrición del Instituto de Cardiología de la Provincia de Corrientes, explicó que "los ácidos grasos trans engordan igual o más que las grasas comunes, lo que ocurre es que este tipo de ingrediente suele estar muy disimulado en diferentes alimentos, entre los que se encuentran los alfajores, las barras de cereal y las facturas. Estos aceites que atraviesan un proceso de elaboración denominado hidrogenización, resultan agradables porque le dan rico gusto a los alimentos, razón por la cual son muy utilizados, en especial en alimentos elaborados y de segundas marcas".

Respecto del peligro de llevar adelante una dieta rica en grasas trans, la licenciada señaló que "estos aceites son igual o más aterogénicos que las grasas animales o saturadas que tanto procuramos evitar. Esto quiere decir que con el consumo sostenido, pueden producir aterosclerosis, porque favorecen la acumulación de placa en las arterias".

Los niños que suelen ser consumidores preferenciales de papas fritas, hamburguesas, quesos, galletitas y panes, son los más expuestos a incorporar estas sustancias a la dieta. En este sentido, la licenciada Fernández expresó: "El problema no sólo es que los chicos consuman grasas trans, sino también que los grandes no prestemos atención a estas cuestiones en nuestra alimentación diaria".

Los monos que fueron sometidos a diversos estudios por un lapso de seis años eran todos machos y consumieron la misma cantidad de calorías durante todos los días de la experiencia. De acuerdo con los especialistas, el 35 por ciento de éstas provenían de fuentes grasas. Para establecer la veracidad de la hipótesis, mientras algunos de los animales recibieron grasas trans, a otros se les administró una dieta basada en grasas insaturadas.

Las dietas fueron confeccionadas de acuerdo con el modelo occidental, y la cantidad de grasas administradas a los monos fue casi la misma que lo que una persona ingiere, generalmente, cuando sigue una dieta rica en alimentos fritos.

Luego del período de pruebas, los investigadores determinaron que el peso corporal de los monos alimentados con grasas trans se incrementó en un 7,2 por ciento, mientras que los que recibieron alimentos con grasas insaturadas, sólo evidenciaron un aumento de la grasa corporal del 1,8 por ciento.

Según las conclusiones de la experiencia, que fueron presentadas en la reciente edición de las sesiones científicas anuales de la American Diabetes Association, celebradas en Washington, mediante la realización de tomografías computadas, se pudo determinar que en todos los animales del primer grupo, el exceso de peso se localizó en el área del abdomen, y se registró un 30 por ciento más de tejido adiposo en los monos que consumieron grasas trans.

"A través de la experiencia, encontramos que las dietas elaboradas en base a alimentos que contienen grasas trans causan una redistribución del tejido adiposo en el abdomen y conducen a un mayor peso corporal, aún cuando se controle el total de calorías consumidas", indicó Lawrence Rudel, uno de los responsables de la investigación.

"Antes del estudio creíamos que si les dábamos a los monos una dieta de bajas calorías, éstos no podrían aumentar de peso, pero concluimos que en dietas equivalentes, el consumo de ácidos grasos trans fomenta el aumento de peso", apuntó Rudel.

Respecto de la validez de las conclusiones obtenidas mediante la realización del estudio, la licenciada Fernández concluyó: "Por lo expuesto acerca de las características de los ácidos grasos trans, es posible que el exceso de grasa vaya y se localice en el abdomen. Por lo tanto, yo creo que aunque es necesario esperar, la investigación es bastante acertada".
 
(Fuente: Pro-Salud)