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La ozonoterapia retarda el envejecimiento de la piel

Si bien esta técnica es conocida porque es efectiva en el tratamiento de lesiones musculares, también se utiliza con fines estéticos. En dosis adecuadas, revitaliza los tejidos. A través de sesiones de 15 minutos dentro de cápsulas aerodinámicas, se logra mejorar el metabolismo celular hasta un 98%.

El ozono es un gas natural que se encuentra en las capas más altas de la atmósfera. Su alto poder de oxigenación mejora el metabolismo del oxígeno, aumentando la elasticidad de los glóbulos rojos y favoreciendo el transporte de oxígeno en las zonas donde los vasos sanguíneos son muy pequeños, informó Pro-Salud.

Además de la particularidad de que el ozono presenta acción analgésica y antiinflamatoria. Otra de las ventajas de esta herramienta radica en su efecto antioxidante o antiestrés que detiene y retarda el envejecimiento.

Todas estas características hacen que hoy la ozonoterapia sea una de las herramientas terapéuticas más utilizadas no sólo en el tratamiento de lesiones musculares producidas por la práctica deportiva, sino también con fines estéticos.

A través de los años, se ha demostrado que la concentración de oxígeno en la sangre y en la piel es un indicador de la edad. Distintos estudios llegaron a la conclusión de que el paso del tiempo deja un rastro importante en el cuerpo, reduciendo dicha concentración. Frente a esa situación, la aplicación de ozono parece ser una de las soluciones más innovadoras.

A partir de la utilización de este elemento natural mediante cápsulas aerodinámicas, el organismo lograr mejorar hasta un 98 % su metabolismo celular, condición fundamental no sólo para el tratamiento de lesiones, sino también para detener el proceso de envejecimiento. Esto es posible porque el ozono produce en el cuerpo un efecto de revitalización celular que favorece la nutrición de los tejidos disminuyendo la aparición de la sequedad y falta de turgencia en la piel, ambas señales irrevocables del paso de los años.

"El ozono, que presenta la particularidad de ser anticelulítico, reafirmante e hidratante, se aplica mediante cápsulas térmicas. Sin embargo, la utilización de esta técnica no sólo es importante por razones estéticas", explicó la representante del Centro de Estética Kairos, Mariana Carro.

Como ejemplo señaló: "En el centro tenemos una clienta de 86 años que utiliza la ozonoterapia por prescripción médica, para mejorar el estado de un cuadro relativamente severo de artritis que padece en las rodillas. Antes de cada sesión, la señora se da una ducha bien caliente para favorecer la apertura de los poros y luego ingresa a la cápsula por espacio de 30 minutos. Gracias a este tratamiento, su médico advirtió una mejora del 70% en el cuadro de artritis marcado, principalmente, por la disminución del dolor". Esta técnica también suele ser muy recomendada por los especialistas en casos de dolor lumbar o cervical o molestias en la ciática".

"A dosis altas o expuesto a tiempo prolongado es tóxica, pero a dosis terapéuticas, la ozonoterapia presenta pocas contraindicaciones. Además, puede asociarse con otras técnicas naturales y otros tratamientos para realizar rehabilitación de lesiones", indicó Norberto Debbag, médico cardiólogo, especialista en deportología.

De acuerdo con los especialistas, los comienzos de la utilización de esta técnica con fines terapéuticos se remontan a los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, durante los cuales se utilizaba el ozono para curar las heridas infectadas.

Posteriormente, comenzó a cobrar auge en Cuba, país reconocido por sus adelantos en materia de tratamientos médicos. Finalmente, en los años 90, Europa se sumó definitivamente a esta corriente y el ozono comenzó a formar parte de los tratamientos clínicos en países como Alemania, Suiza, España e Italia, donde en el año 1983 se creó la Sociedad Científica Italiana de Oxígeno – Ozonoterapia.

"Los tratamientos traumatológicos de lesiones deportivas en base a ozonoterapia son recomendados en casos de hernia discal no calcificada, trastornos discorradiculares, esguinces, pubialgias, bursitis, tendinitis, infecciones óseas u osteomielitis, desgarros, fracturas, y otros casos en los cuales las lesiones sean resistentes a los abordajes habituales. La vía de administración, la duración y el número de sesiones, siempre dependen de la patología de cada paciente, del esquema terapéutico que se utilice", detalló Debbag.

En el caso de la hernia discal, ejemplificó el especialista, "se aplica ozono local sobre el disco intervertebral, en la zona lumbar y luego de seis a diez sesiones, aproximadamente a los tres meses, es posible observar a través de resonancias magnéticas cómo mejoraron la hidratación y la expansión completa del disco".
 
(Fuente: Pro-Salud)