La próstata inquieta a los hombres mayores de 50 años
A partir del comienzo de la andropausia que generalmente se produce alrededor de los 50 años, y como consecuencia del descenso de la testosterona, se incrementa en los hombres el riesgo de padecer afecciones relacionadas con la próstata. La aparición de síntomas no es requisito indispensable para efectuar la consulta con el especialista. En caso de que existan antecedentes familiares, la visita debe llevarse a cabo promediando la cuarta década.
Si bien existen numerosas condiciones que ponen en riesgo la salud, el cáncer, que se caracteriza por el crecimiento de un tumor maligno dentro de la glándula prostática, es la que reviste mayor gravedad, informó Pro-Salud.
Para muestra bastan las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que indican que se trata de la tercera causa más frecuente de muerte por cáncer en hombres de todas las edades, y la más común entre los mayores de 75 años.
El agrandamiento de la próstata muestra sus síntomas luego de los 50 años. Los cánceres de próstata, que suelen aparecer luego de los 40 años, se clasifican teniendo en cuenta la agresividad del cuadro y la forma en que se diferencian del tejido prostático circundante.
"Todo hombre mayor de 50 años debe realizarse análisis que puedan ayudar a determinar si padece o no alguna afección prostática. No obstante, en caso que existan antecedentes familiares, los exámenes deberían comenzar alrededor de los 45, teniendo en cuenta, en ambos casos, que no es necesario que exista ningún tipo de síntoma para poder efectuar la consulta", señaló Edgardo Becher, médico especialista en urología, director del Centro de Urología (CDU), y jefe de la sección Urología de FLENI.
Según Becher quien también se encuentra a cargo de la Sección Disfunciones Sexuales de la División Urología del Hospital de Clínicas José de San Martín, "existen dos pruebas que determinan la detección precoz tanto del cáncer como de otras patologías. Una es el análisis denominado antígeno prostático específico y la otra es el tacto rectal. Ambas son simples y brindan datos certeros".
De acuerdo con los especialistas, las posibilidades de padecer cáncer de próstata aumentan con la edad, registrándose altísimas probabilidades de hallar focos microscópicos en los adultos de entre 75 y 80 años. No obstante, en esos casos y a diferencia de lo que sucede con los hombres más jóvenes, los tratamientos no suelen ser agresivos.
Hiperplasia prostática benigna (HPB)
La HPB, afección también conocida como agrandamiento de próstata, constituye uno de los problemas urológicos más frecuentes, pues al incrementarse el tamaño se produce una obstrucción uretral que provoca problemas de micción.
"Si bien en la mayoría de los casos, la HPB se puede tratar con medicación, en algunos pacientes es preciso operar para desobstruir el canal y normalizar la micción", explicó Luis Montes de Oca, médico urólogo y también director del CDU.
En este sentido, Becher indicó: "Frente a los síntomas miccionales, los pacientes se tratan con medicamentos y la gran mayoría responde. En caso contrario, debe llevarse a cabo una cirugía denominada Adenomectomía que puede realizarse a cielo abierto o por vía endoscópica".
Sin embargo, este tratamiento conlleva una serie de complicaciones pues, más allá de la molestia que provoca, requiere tres noches de internación y sonda vesical, además de por lo menos diez días de actividad muy limitada.
Teniendo en cuenta esas características, el equipo del Centro de Urología (CDU), encabezado por el doctor Becher, se encuentra trabajando desde hace aproximadamente cuatro meses y por primera vez en la Argentina, con una nueva y moderna tecnología láser que brinda la posibilidad de optimizar los resultados de la intervención.
La tecnología GreenLight® Laser System, permite la vaporización fotoselectiva de la próstata que, a diferencia de la intervención tradicional, y según lo manifestado por Montes de Oca, "provoca un sangrado mínimo durante y después de la intervención, ya que el láser tiene una gran afinidad con la hemoglobina y sella muy rápido los vasos sanguíneos. Esto es posible porque en lugar de extirpar una porción de tejido con electrobisturí, éste se vaporiza".
El procedimiento consiste en introducir en la uretra una delgada fibra óptica que emite energía de láser verde. Ésta actúa con precisión sobre el tejido prostático obstructivo, reestableciendo de inmediato el flujo normal de orina y aliviando rápidamente los síntomas.
Con respecto a las ventajas de la nueva técnica, Becher consignó que "además de ser menos invasivo, este procedimiento es ambulatorio con lo cual en dos o tres días, el paciente puede estar haciendo su vida normal. Por otra parte, de acuerdo a los estudios realizados en Estados Unidos, país en el cual se lo utiliza hace aproximadamente cuatro años, en comparación con la metodología tradicional, los resultados son muy buenos".
Consultado acerca de la importancia de la detección precoz, el especialista concluyó: "La gente consulta habitualmente para saber si tiene cáncer o por síntomas miccionales. El cáncer de próstata, en general no presenta síntomas, a diferencia del HPB que suele manifestarse por medio de la obstrucción urinaria. Si el paciente no consulta, puede perder la oportunidad de realizar un diagnóstico temprano del cáncer de próstata y, en el caso de la HPB, de aliviar la sintomatología y a la larga evitar un perjuicio en la vejiga que, en algunos casos, puede provocar insuficiencia renal".
(Fuente: Pro-Salud)