Fashion Rio trata por primera vez el problema de la anorexia
El primer evento de la temporada de la moda en Brasil que finaliza este viernes, el Fashion Rio, puso el foco en el problema de la anorexia, luego de la muerte de una modelo a causa de esta enfermedad, aunque sin cambios sustanciales en los desfiles.
La modelo brasileña Ana Carolina Reston falleció a sus 21 años en Sao Paulo, pesando solamente 40 kilos para sus 1,74 metros de altura. Su muerte en noviembre relanzó la polémica en Brasil sobre la obsesión por el peso.
Negándose a convertir a la moda en un chivo expiatorio, los responsables de la décima edición del Fashion Rio organizaron el miércoles un debate sobre la anorexia con médicos, responsables de agencias de modelos y una ex modelo anoréxica.
"La sociedad debe ser alertada como un todo. Los desfiles son sólo un reflejo de la sociedad. Si las modelos son delgadas sobre la pasarela es que existe un modelo en la sociedad que exige a las mujeres ser cada vez más delgadas. A partir del momento en que la sociedad cambie el modelo, los desfiles le seguirán", declaró la organizadora del Fashion Rio, Eloysa Simao.
Desde este lunes, los desfiles se sucedieron en la Marina de Gloria ante el Pan de Azúcar, el cerro emblemático de Rio de Janeiro, aunque no se observó un cambio visible con respecto a años anteriores. Sólo se exige un certificado médico a las menores, pero esta medida no es novedad.
"El certificado médico siempre fue obligatorio en el Fashion Rio para las menores de 18 años. La única diferencia este año es que hemos decidido no tomar a menores de 16 años", señaló Simao.
Sin embargo, esta medida se desprende de una nueva ley que espera que "los menores de 16 años trabajen sólo como aprendices en todos los sectores, algo imposible para las modelos", destacó.
Poco después de la muerte de Ana Carolina, y tomando como ejemplo a España e Italia, Simao había asegurado a la prensa que en el Fashion Rio se rechazarían a las modelos esqueléticas: "No será una restricción oficial como en Madrid pero se dará preferencia a las menos delgadas".
Hoy, la responsable del Fashion Rio afirma que "delgadez no ha sido nunca sinónimo de enfermedad ni anorexia".
Joana de Vilhena Novaes, psiquiatra y autora del libro "The Intolerable Weight of Ugliness", está de acuerdo sobre este punto pero advirtió que "la grasa se ha convertido en una verdadera fobia social".
"Los gordos son vistos como personas sin carácter; las empresas no contratan gordos", y falta discutir no sólo la moda "pero también la reglamentación de los medicamentos adelgazantes, de la industria de las academias de gimnasia, de toda la industria del bienestar", subrayó.
Según De Vilhena Novaes, la sociedad debería interrogarse sobre las causas de estos problemas alimenticios (como la anorexia y la bulimia) en los jóvenes.
Luisa Pontes sufrió la enfermedad y aportó su testimonio. Modelo a los 15 años, se convirtió en anoréxica por temor a engordar y no poder continuar con su trabajo.
"Conozco a muchos que han tenido este problema, porque toda joven que sueña con convertirse en modelo -y no es raro en nuestra sociedad- si se le dice que es bella con 46 kilos lo creerá. La cuestión no es saber quien es víctima y culpable, existe parte de responsabilidad de los medios y del mundo de la moda", aseguró Pontes, hoy con 26 años, curada y estudiante de periodismo.
(Con información de AFP)