Entrevistas

Uruguay continúa reduciendo el número de muertes por cáncer

La tasa de fallecimiento por cáncer se redujo 10% en los hombres y 7,5% en las mujeres. El doctor Ignacio Musé, vicepresidente de la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer, dijo que esto es producto de un trabajo de años. Agregó que para continuar así hay que seguir desmitificando la enfermedad. "Seguramente, si podemos mejorar esas cifras va a ser a costa de un diagnóstico más temprano", afirmó Musé.

(Emitido a las 7.35)

EMILIANO COTELO:
"Cáncer: baja la tasa de muerte." La tendencia descendente de la mortalidad por cáncer continúa firme en el país. Ayer el Ministerio de Salud Pública (MSP) divulgó que en los últimos quince años la tasa de fallecimientos entre los hombres se redujo 10%, mientras que entre las mujeres la caída fue de 7,3%.

Estamos con el doctor Ignacio Musé, vicepresidente de la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer.

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Doctor Musé, estamos hablando de algo que no es nuevo, que ya venía insinuándose con claridad pero que se mantiene. ¿Es así?

IGNACIO MUSÉ:
Sin duda. Y no solo no es nuevo sino que es el fruto del trabajo de decenios previos en el tema. Estamos recogiendo lo que hemos sembrado en los últimos 20 o 30 años.

EC - Me parecía importante destacarlo porque más de una vez se ha hablado de la incidencia fuerte que tiene el cáncer en la mortalidad en Uruguay.

IM - Sí, y la incidencia en términos generales más o menos se mantiene igual, el tema es que como consecuencia quizás 50% de una consulta más temprana, y 50% de más y mejores tratamientos, mejor definidos, más personalizados, también se ha aportado una mayor curabilidad. De manera que la suma de diagnósticos más tempranos, más eficiencia en el tratamiento y más recursos es lo que está determinando esto que estamos recogiendo ahora, que no es fruto de lo que estamos haciendo en este momento sino de lo que se ha venido haciendo en los últimos diez o quince años.

EC - Sin embargo, veía en esta nota del diario El País que el cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte en Uruguay, junto con las enfermedades cardiovasculares.

IM - Sí, son las enfermedades crónicas no transmisibles que ocupan los lugares preeminentes en la mortalidad de los países que han hecho lo que se llama la transición epidemiológica.

EC - ¿Qué es esto?

IM - Quiere decir que se superaron las causas vinculadas con ensañamiento, la vacunación, la prevención, la mortalidad infantil, las infecciones, y como consecuencia empiezan a prevalecer aquellas ligadas con las poblaciones de edades avanzadas, como nuestra pirámide etaria, las vinculadas con lo cardiovascular y con el cáncer.

EC - ¿Cómo estamos en la comparación internacional? Por un lado hay una tendencia que conviene destacar, que viene bajando la mortalidad, pero ¿qué tenemos que alcanzar?, ¿cuáles son las metas razonables a atender?

IM - Por ahora esta tendencia se va a mantener, es muy claro, hay una reducción en la mortalidad también por cáncer de pulmón, muy clara en el hombre (esta es una muy buena noticia), con un aumento en la mortalidad por cáncer de pulmón en la mujer. Esto es por el impacto del tabaquismo en los géneros.

EC - ¿Cómo se interpreta esa diferencia?

IM - La mujer se integró al tabaquismo masivo más tardíamente que el hombre y la restricción que se ha hecho ha impactado más en el hombre que en la mujer, como consecuencia esto se está traduciendo en una reducción de la mortalidad en el hombre pero todavía no en la mujer. Al punto que en los países desarrollados, sobre todo en Estados Unidos, mientras que hasta no hace mucho tiempo fue el cáncer de mamas la primera causa de muerte en la mujer, desde hace ya cinco u ocho años es el cáncer de pulmón. Nuestros perfiles son exactamente iguales a los de los países desarrollados, porque hicieron este cambio epidemiológico.

EC - En Uruguay todavía se detectan 15.000 nuevos casos de cáncer por año y se producen 7.500 muertes.

IM - Exactamente, y hay más o menos una prevalencia, anualmente hay alrededor de 25.000 casos de cáncer en el país, que son los nuevos más los anteriores que se van curando o sobreviviendo. Esas son las cifras con las cuales nos tenemos que manejar y que previsiblemente se van a mantener, con pequeñas modificaciones como estas que vamos logrando, que son muy significativas, una reducción progresiva de 1%, sostenida, traduce que a largo plazo, y sobre todo seguramente con la incorporación de nuevos conocimientos y de nuevos recursos de tratamiento, el tema se va a ir resolviendo, pero muy lentamente.

EC - ¿Estamos con una caída en la cantidad de muertes por cáncer de 1% anual?

IM - Esto es lo que nos da el Registro Nacional de Cáncer, que es el único registro latinoamericano poblacional, esto quiere decir que toma todo el país, no es de un lugar solo, de un departamento, de un hospital, sino de todo el país.

EC - Estamos en 7.500 defunciones por año, ¿y en cuántas tendríamos que estar? ¿Cuál sería un guarismo digno?

IM - No tenemos guarismo digno, depende de cómo se lo mire. Quizás un guarismo digno sea tener estas cifras proporcionalmente altas, en parte porque no se muere de otra cosa. En definitiva el envejecer es un riesgo de exponerse al cáncer, el cáncer es una enfermedad vinculada con la edad, inevitablemente, hasta ahora, y hasta que no podamos resolver el problema biológico de fondo va a seguir siendo así, es así en todos los países del mundo.

EC - Usted dice que una parte de estas muertes por cáncer por ahora es muy difícil de contener porque tiene que ver con la vejez, con el hecho de que avanzar en edad favorece la aparición de cáncer.

IM - Nuestra población tiene una pirámide de edades muy avanzada. En algunos países africanos el cáncer no constituye un problema, primero porque se mueren de otra cosa, y segundo, porque se mueren mucho antes de llegar al período de exposición para la aparición del cáncer.

EC - ¿Qué horizonte tenemos que plantearnos? Javier, del Prado, pregunta: "En el ranking mundial, ¿en qué lugar está Uruguay en muertes de adultos por cáncer?".

IM - Estamos oscilando entre el quinto y el décimo lugar, según los años. Tenemos que seguir trabajando en la idea de desmitificar el tema, de ponerlo en el conocimiento de la población como lo hace usted y en lograr que la consulta se haga en etapas más tempranas. De esa manera hemos pasado del 30% a 40% de curaciones de hace 50 años al 60% del total de los enfermos que consultan recientemente. Seguramente, si podemos mejorar esas cifras va a ser a costa de un diagnóstico más temprano.

EC - Usted mencionaba la conveniencia del diagnóstico más temprano, pero ¿cómo hace un hombre, cómo hace una mujer para consultar a tiempo? ¿Cuáles son las recomendaciones?

IM - Las recomendaciones son, primero, evitar la aparición del cáncer, evitar el tabaquismo, que es el responsable de 30% de las muertes globales por cáncer en el mundo; segundo, la educación sexual para evitar el cáncer de cuello de útero en la mujer; algunas dietas especiales para tratar de disminuir la incidencia del cáncer digestivo, pero una vez que se instala la enfermedad tratar de diagnosticarla en etapas tempranas. Cuando aparezcan los síntomas que la gente consulte.

EC - ¿Qué síntomas hay que atender?, ¿cómo se da cuenta alguien de que puede estar ante un caso de cáncer?

IM - Cualquier alteración que persista debe motivar la consulta. Esto no necesariamente quiere decir que tenga un cáncer, pero es la única forma, porque son decenas de localizaciones y decenas de síntomas los que pueden estar ligados con un cáncer, entonces lo que hay que hacer es consultar. En aquellos cánceres que tienen cierta frecuencia, por ejemplo el de mamas en la mujer, la Comisión Honoraria y el Ministerio de Salud Pública hace programas de detección precoz, sale a ofrecer la mamografía antes de que haya síntomas, la mujer no siente nada, el tumor ni siquiera se palpa por el médico, sin embargo en la mamografía ya se ve. Esa enferma se opera sin perder el seno y se cura prácticamente en el 100% de los casos. No esperar a tener un bulto que se toque, ni que hablar aquellos viejos tumores que llegaban hace muchos años, ulcerados, con grandes lesiones, obviamente en esa etapa cualquier enfermedad es prácticamente incurable.

EC - ¿Y en el caso del hombre?

IM - En el caso del hombre el tabaco fundamentalmente, próstata, que es un problema importante en nuestro país, naturalmente por la edad, entonces hay que hacer la consulta con el urólogo, si el cáncer de próstata se detecta tempranamente se puede curar en un altísimo porcentaje. Y la tercera recomendación es la búsqueda de sangre oculta en materia fecales después de los 50 años, que es muy simple: enviar materias fecales en un sobre cerrado. Hay un programa que hace el estudio gratuitamente en el Instituto Nacional de Cáncer para detectar si hay pérdidas. Si hay se hace el estudio radiológico o endoscópico correspondiente para ver si hay una lesión. Así hemos detectado lesiones mínimas, superficiales, que tienen 100% de curabilidad.

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Edición: Mauricio Erramuspe